Aguiñaga y Taiano se acusan entre sí de especular con tierras en Guayaquil

La jueza Collantes y Marcela Aguiñaga.

Los candidatos a asambleístas Marcela Aguiñaga (AP) y Vicente Taiano (PSC-MG) se acusaron mutuamente de presuntos actos de especulación de tierras, a propósito de la postura que cada cual mantiene sobre el proyecto de ley que busca regular la plusvalía.

Aguiñaga, actual vicepresidenta de la Asamblea, lo defiende; y Taiano, quien hasta el mes pasado fue secretario del Municipio de Guayaquil, lo critica.

Los políticos discutieron al respecto en Twitter, a través de varios mensajes que enviaron entre el pasado martes y ayer.

La oficialista tuiteó que la familia del aludido estaría vinculada a “una eventual especulación de tierras cerca al nuevo aeropuerto #Guayaquil”.

Remarcó que tal familia tendría “hectáreas de terrenos en Chongón”, y que el “cambio de terreno rural a urbano” habría ocurrido cuando Taiano fue concejal por el extinto Prian.

Él la llamó ‘mentirosa’ y la acusó de formular una “imputación falsa” en su contra.

A modo de contraataque, él escribió: “Aquí de quien se sospecha por pagar más de lo que cuesta un bien es Ud (en el) #CasoISSFA o ¿ya se olvidó de su error de “buena fe”?”.

Se refería a la polémica que hubo en torno a la venta de unos predios del Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (Issfa), donde ahora funciona el parque Samanes (en Guayaquil), en favor del Ministerio del Ambiente, cuando Aguiñaga era su titular.

Ella le contestó en Twitter que por ese caso no hubo indicios de responsabilidad penal en su contra, y retomó su acusación sobre los terrenos colindantes al futuro aeropuerto de Guayaquil.

Lo ‘invitó’ a denunciar a las “personas que estarían beneficiándose con terrenos” y ser un “funcionario competente”, no un “ciudadano cobarde”.

Él replicó que quienes tienen terrenos cerca de la referida obra son la ministra de Vivienda, María de los Ángeles Duarte, y el expresidente de la Corporación Financiera Nacional Camilo Samán.

Los aludidos no reaccionaron a través de la red social.

Este Diario intentó conocer ayer su versión, pero no contestaron al celular. (I)

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