Cynthia Viteri visita provincia de Los Ríos

Cynthia Viteri.

Su ingreso y salida de la explanada donde expuso sus ofertas de campaña fueron atropellados. Cynthia Viteri, candidata del PSC, avanzó con complicaciones debido a la cantidad de personas que se desesperaban por estrecharle la mano, abrazarla o tomarle una foto desde su celular.

El sol se ocultaba en Babahoyo, Los Ríos, pero Viteri se acaloró rápido por la aglomeración de gente. La camisa color carmín que vestía el pasado viernes, durante su visita a la provincia, se mojó de sudor.

El de la frente se lo secó con las manos, y en medio de empujones, caminó hacia el centro de la explanada contigua al centro comercial Bahía, por el estadio del cantón.

Allí la esperaban el alcalde Johnny Terán, varios candidatos de la lista 6, dirigentes y simpatizantes.

Pero al primero que saludó, y con un fuerte abrazo, fue a un hombre alto, de bigotes pronunciados y cabello canoso. Era su padre, José Viteri Peña, un empresario agrícola que vive en Vinces.

Luego la candidata repartió besos entre quienes se encontraban cerca. A quienes estaban más lejos saludó con la mano.

Unas mil personas la rodeaban. Ella estaba en el centro, de pie. “No le gustan las tarimas; dice que quiere humanizar la campaña”, comentó el director del PSC en Los Ríos, Ramón Larenas.

Viteri tomó el micrófono y se dirigió al público. “Esta provincia tiene un pedazo de mi corazón enraizado. Aquí me crié; más allá de Vinces, en Junquillo, pasaba mis meses de vacaciones”, contó.

Allí expuso sus propuestas, como la reducción de impuestos, la creación de empleo, la condonación de deudas para los agricultores, y otras.

Luego, para salir del lugar, el frenesí por acercarse a ella se repitió. “¡Cynthia, una foto!”, gritaban sus simpatizantes, mientras ella avanzaba hacia la calle para una caminata.

Mujeres, campesinos, vendedores ambulantes se abalanzaban para tomarle la mano. Ella, mientras caminaba hacia un jeep, les correspondía. El sudor no se iba de su camisa, ni tampoco su sonrisa.

Luego subió al descapotable para participar en una caravana, que empezó con el ocaso y terminó en la noche. (I)

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