Washington Pesántez sueña con un Ecuador justo y en paz

El exfiscal Washington Pesántez, al inicio de su campaña electoral, en Quito, el 3 de enero de 2016. API

Washington Pesántez, un jurista de 63 años que se ha presentado como postulante a la Presidencia de Ecuador en los comicios generales del próximo domingo, dice ser el candidato de la «tercera vía», que busca un país justo y en paz.

«Somos la tercera vía, entre los que gobernaron el país antes del año 2007 y el actual Gobierno» del presidente Rafael Correa, que ha estado en el poder durante una década llena de polémicas y confrontaciones por la falta de diálogo, mencionó Pesántez en una entrevista con Efe.

Según el candidato, su movimiento político se aleja de «la derecha neoliberal y de la izquierda neosocialista» y representa una «opción distinta» centrada en «la justicia» y «la solidaridad».

Pese a que el líder del movimiento Unión Ecuatoriana, que fundó en 2014 tras dejar su cargo como Fiscal General de la Nación, iba último en las últimas encuestas publicadas antes del 8 de febrero, cuando terminó el periodo para difundirlas, sueña con ganar los comicios ante otros siete contrincantes que «manejan campañas de muchos recursos».

El exfiscal ecuatoriano, oriundo de la ciudad de Alausí, en la provincia andina de Chimborazo, tiene estudios superiores en Lovaina (Bélgica), donde obtuvo un máster en criminología.

Con 35 años de docencia y ejercicio en la rama del derecho, Pesántez hace una retrospectiva de su vida para aceptar que el país ha cambiado, sobre todo en la última década, durante el Gobierno del presidente izquierdista Rafael Correa.

No obstante, cree que «que se pudo haber hecho mucho más» y ve con nostalgia que el ‘macondiano’ tren que veía ir y venir en su infancia en Alausí, ahora esté «casi muerto».

Esa imagen del tren es la que lleva a Pesántez a plantear que «hay mucho que hacer para modernizar la industria, el comercio» en Ecuador, un país de grandes riquezas naturales que ha sufrido el descuido en «la atención al desarrollo humano».

Por eso, asegura que le duele «la pobreza material de la gente» y la «pobreza espiritual de algunos sectores» que se presentan impávidos ante los desafíos sociales y económicos del país.

«Me duele que todavía haya mortalidad infantil, que haya inseguridad en este país que siempre fue un país de paz. Me duele que haya gente que no tenga acceso a la salud, a la educación», añadió Pesántez.

Por eso, «quisiera ver un país de paz, que no se alimente la violencia verbal (…), donde todos tengamos trabajo, acceso a la seguridad social, derecho a la recreación sin que nos asalte el temor a la delincuencia», apuntó.

Para Pesántez, en un país con una marcada diferencia entre ricos y pobres, «se requiere una mayor solidaridad» y es ese el motivo que le movió a ingresar en las «arenas movedizas» de la política, de la que aspira a salir «sin manchas».

El candidato independiente reclama el próximo domingo un «voto responsable y reflexivo, no para cambiar a un presidente, sino para ofrecerle una alternativa distinta al país».

El próximo domingo, Pesántez se presentará en una elección presidencial que también incluirá al oficialista Lenín Moreno, la socialcristiana Cynthia Viteri, el centroderechista Guillermo Lasso, el socialdemócrata Paco Moncayo, los populistas Abdalá «Dalo» Bucaram y Patricio Zuquilanda y al independiente Iván Espinel.

Algo más de doce millones de ecuatorianos están facultados para elegir al futuro jefe de Estado, así como a los 137 integrantes de la Asamblea Nacional (Legislativo) y cinco miembros del Parlamento Andino.

Los ecuatorianos también votarán, en consulta popular, una propuesta impulsada por el Ejecutivo, que busca prohibir que los servidores públicos tengan dinero o bienes en paraísos fiscales. EFE

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