Correa admite que habrá segunda vuelta

El Presidente Rafael Correa, y el Cancillefr Guillaume Long, el 22 de febrero de 2017. API/Juan Cevallos.

QUITO, Ecuador (AP) — El presidente ecuatoriano Rafael Correa reconoció el miércoles que habrá una segunda vuelta electoral debido a que al candidato oficialista, Lenín Moreno, le faltaron unos 50.000 votos para triunfar. Asimismo, destacó que la nueva votación será una batalla contra recursos millonarios de la derecha nacional e internacional.

En una entrevista con corresponsales acreditados en Ecuador, Correa manifestó: «nos quedamos a medio punto de ganar en una sola vuelta». Sin embargo, se mostró confiado en la victoria tras la segunda contienda electoral, que tendrá lugar el 2 de abril.

El Consejo Nacional Electoral no ha hecho aún la proclamación de resultados finales porque no ha escrutado la totalidad de los sufragios. Hasta el momento ha registrado 98.7%, de los cuales Moreno acumula 39.33% de los votos y el líder de la oposición, Guillermo Lasso, 28.17%. Para que un candidato gane en primera vuelta en Ecuador debe obtener más del 50% o un 40% más 10 puntos de diferencia con su más inmediato rival.

En la conferencia, Correa alegó que en todos los escenarios, el candidato «más fácil de derrotar» es Guillermo Lasso, a quien describió como un postulante sin carisma, sin propuestas populares y representante de una minoría con poder económico. En cuanto al balotaje, el presidente aseguró que será una batalla en la que habrá que enfrentar a la derecha del mundo.

Correa no descartó que Lasso pudiera triunfar. «Así es la democracia», expresó, y condicionó reuniones con el candidato opositor. «Depende de la ética y el comportamiento del candidato». Luego aseveró que tras dejar el poder el 24 de mayo se retirará de la política activa y se irá a vivir a Bélgica, de donde es oriunda su esposa Anne Malherbe.

Sin embargo, su alejamiento cambiaría si gana la oposición: «tampoco permitiré que destrocen todo lo alcanzado, tendré que estar donde me exija la historia». Asimismo, advirtió que probablemente regresaría más rápido y «en un año podríamos vernos de nuevo aquí, así que la mejor manera de tenerme lejos es que se porten bien. Si se portan mal, me les presento (como candidato) y les vuelvo a derrotar».

Para ello, hizo alusión a un mecanismo constitucional de muerte cruzada, en que se destituye al primer mandatario y de inmediato se disuelve el congreso, donde el partido de gobierno está obteniendo una mayoría simple. Añadió que deja un país reactivado y son suficiente liquidez para el funcionamiento normal del próximo gobernante.

 

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