Inicia campaña para el balotaje presidencial

Ecuador (AP) — La campaña para el balotaje en Ecuador empezó el viernes sin muestras importantes de proselitismo pese a que los dos candidatos tienen apenas 20 días para convencer a los electores de que son la mejor opción para suceder al presidente Rafael Correa.

El postulante del partido oficialista Alianza País, Lenín Moreno, empezó el día con una reunión con comerciantes y amas de casa en un populoso sector del norte de Quito mientras que el exbanquero y opositor de derecha, Guillermo Lasso, se encontró con cientos de simpatizantes y tiene programado un mitin por la noche.

Moreno y Lasso fueron los más votados en la primera vuelta del 19 de febrero en la que el oficialista sumó 39,35% de los votos y estuvo a menos un punto de ganar en la primera ronda, mientras que Lasso obtuvo 28,11%.

El consultor político Bernardo Moreno dijo a The Associated Press que «debería sentirse un poco más en las calles el ambiente de campaña y no se siente. Me parece que ambas tiendas no estaban del todo listas para esta segunda vuelta».

Comentó que la clave es el trabajo en el territorio «pero no se ve una estrategia disciplinada… no se ve que haya un trabajo sistemático que pueda hacer que las cosas cambien a favor de uno u otro candidato«.

Una encuesta de la firma Cedatos-Gallup realizada una semana después de los primeros comicios pronosticó que en la segunda ronda ganaría Lasso con 52,1% de los votos mientras que Moreno obtendría 47,9%. Según ese sondeo, que poseía un margen de error de 3,4 puntos porcentuales, un 80% de los electores ya había decidido su voto.

El mexicano Alfredo Dávalos, presidente de la Asociación Latinoamericana de Consultores Políticos, dijo a AP que se espera una campaña «muy dura, muy competitiva. Creo que, quien gane, terminará ganando por un porcentaje muy corto».

Tanto Lasso como Moreno, que cumplieron recorridos y visitas a simpatizantes desde febrero hasta esta semana, han reiterado las promesas de revitalizar la economía mediante la creación de empleos, la construcción de miles de viviendas y, en el caso del primero, la inversión productiva y un cambio en el rol del Estado en la economía.

Parte importante de la campaña para la primera vuelta fueron las acusaciones cruzadas con las que los candidatos buscaron desprestigiarse mutuamente. Moreno fue cuestionado por llevar de compañero de fórmula al actual vicepresidente Jorge Glas, señalado como la persona que autorizó una gigantesca red de corrupción en la empresa estatal Petroecuador.

En tanto a Lasso el oficialismo le endilgó su presunta responsabilidad en el feriado bancario de 1998 que incluyó el congelamiento por un año de los depósitos por más de 500 dólares y puso al país al filo de la hiperinflación y causó la quiebra de 21 de los 42 bancos de la época.

El consultor Moreno, sin parentesco con el candidato, añadió que en Ecuador la gente «está harta de la contra campaña. La gente lo que quiere saber es cómo le van a resolver sus problemas».

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