Parlatino pide enérgica condena a la violencia en la frontera norte

Referencia. Patrulla del ejercito ecuatoriano en Esmeraldas.

El Parlamento Latinoamericano y Caribeño (Parlatino) pidió hoy a la región una condena enérgica a la violencia registrada en los últimos meses en la frontera de Ecuador y Colombia, que incluye el secuestro y asesinato de personas por parte de supuestos disidentes de las FARC.

En una resolución emitida este martes el Parlatino, que tiene su sede permanente en Panamá, se solidarizó además con Ecuador, sus autoridades y las familias de las víctimas.

También expresó que condena «enérgicamente» la violencia perpetrada «por una disidencia de la guerrilla FARC-EP en la frontera de la República del Ecuador y de la República de Colombia».

La resolución del Parlatino ordena que una carta de la presidenta de la Asamblea Nacional del Ecuador, Elizabeth Cabezas, «se difunda a todos los Congresos de América Latina y el Caribe, solicitando pública solidaridad y condena enérgica para que los enemigos de la paz cesen sus actividades criminales en esa región y en todo el territorio latinoamericano».

En esa carta, recibida por el Parlatino el pasado día 4, Cabezas solicita «solidaridad de la comunidad internacional, pidiendo el cese de estos hechos violentos y la liberación de los secuestrados».

El Parlatino emite esta resolución «enterado de los hechos de violencia ocurridos y que continúan en el sur de Colombia en el límite fronterizo con el Ecuador«, y «lamentando la pérdida de vidas y de la libertad de militares, periodistas y personas de la vida civil, todos ciudadanos ecuatorianos, que esos hechos han ocasionado».

También «comprendiendo el grado de malestar, inseguridad y de intranquilidad por la que están pasando los habitantes del pueblo ecuatoriano, ajenos y desconocedores de estas actividades ilícitas».

El tema de la inseguridad en la frontera se ha convertido en un asunto de prioridad en el debate nacional en Ecuador, sobre todo desde enero pasado, por una serie de ataques atribuidos a grupos irregulares armados que al parecer provienen de Colombia.

Desde entonces, cuatro uniformados murieron y una treintena resultaron heridos por ataques con explosivos cuando vigilaban la zona fronteriza con Colombia, y tres periodistas fueron secuestrados y asesinados cuando pretendían hacer su trabajo en la zona limítrofe.

Esas acciones, además del secuestro de una pareja de ecuatorianos que aún permanece cautiva, han sido atribuidas a un grupo disidente de la exguerrilla de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).

Las autoridades ecuatorianas han emprendido el diseño de un plan integral de atención en esa región fronteriza para encarar la situación de inseguridad y mejorar las condiciones precarias en las que vive gran parte de la población ahí asentada.EFE

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