Descifran ADN de una tzantza

 

Por primera vez en la historia se ha logrado hacer el análisis del DNA de una tzantza, es decir de una cabeza humana que ha sido reducida con técnicas ancestrales de nacionalidades indígenas de la amazonía ecuatoriana.

Según un estudio publicado en la última edición del Archeological and Anthropological Sciences, dice Discovery News, se trata de la primera vez en que se logra exitosamente develar los códigos genéticos de la cabeza reducida. La información fue recogida por la edición virtual de diario El Comercio.

La cabeza reducida que se sometió a la prueba se encontraba en el museo Eretz Israel en Tel Aviv y resultó ser de un afro ecuatoriano que seguramente fue víctima de un indígena shuar, según la investigación.

«La cabeza reducida eran hechas de enemigos muertos en batalla», le dijo a Discovery News la co autora del estudio, Gila Kahila Bar-Gal.- «Luego, durante ceremonias espirituales, estas cabezas eran cuidadosamente reducidas con agua hirviendo y con calor, en un intento para bloquear el espíritu del enemigo y proteger al asesino de una posible venganza de su víctima», sostiene.

Kahila Bar-Gal es una académica de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad Hebrea.

Para el estudio, Kahila Bar-Gal y sus colegas usaron pruebas de DNA y otras técnicas para examinar la autenticidad y el origen cultural de la cabeza reducida que estaba en el museo.

La tzantza, dice el reportaje, está en un excelente estado y conserva el cabello del fallecido, sus facciones de la cara y otras características físicas intactas.

Muchas cabezas reducidas son falsas y se estima que un 80% de las que existen son de dudosa procedencia. La que está en el museo de Israel, sin embargo, resultó ser auténtica.

«La tzantza que estudiamos resultó ser hecha con auténtica piel humana», dijo Kahila Bar-Gal. «La gente que la hizo sabía exactamente cómo pelar la piel del cráneo, incluyendo el cabello», añadió al mencionar que durante el proceso de achicamiento también se le pone sal y se la hierve.

Los genes revelaron que los ancestros de la víctima eran de África occidental, aunque su perfil genético coincide con las poblaciones modernas de ecuatorianos con sangre africana.

De acuerdo con los científicos, el afro ecuatoriano objeto del estudio probablemente fue alguien que estaba enfrentado con los shuar. Aunque Kahila Bar-Gal aseguró que el estudio genético no puedo establecer con exactitud la época en la que esta persona fue muerta, se estima que vivió entre 1600 y 1898.

 

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