Familias rinden tributo a víctimas de masacre en Colorado

Aurora (EE.UU.),  (EFE).- Numerosas familias hispanas se acercaron hoy para rendir un homenaje a las víctimas del tiroteo del viernes pasado en un cine de Aurora (Colorado, EE.UU.), una localidad en la que más de un cuarto de la población es latina y donde se instaló un improvisado altar a pocos metros del lugar de la tragedia.

«Hoy lo único que quiero hacer es abrazar y besar a mis hijos», dijo a Efe Amanda Rodríguez, que se encontraba en la sala 9 del cine «Century 16» con Juan, de 15 años, y Kimberly, de 10, cuando un hombre irrumpió a pocos minutos de comenzado el estreno del último filme de Batman «The Dark Knight Rises».

Primero fueron las dos granadas de gases lacrimógenos y poco después los fogonazos de luz de los disparos que llevaron al caos y acabaron con la vida de 12 personas e hirieron a otras 58.

«Quiero agradecerle a Dios que nuestros nombres no estén en la lista de quienes hoy estamos recordando», comentó aliviada.

«No sé cómo salimos del cine. Creo que fue porque Dios así lo quiso. Es todo lo que puedo decir», declaró Rodríguez, quien en la tarde del domingo debía retornar a su trabajo, pero no sabía si estaba en condiciones emocionales de hacerlo.

Rodríguez y sus hijos trajeron hoy globos rojos, que ataron a un árbol, a unos 100 metros de la parte trasera del cine Century 16 y donde desde temprano en la mañana residentes del área comenzaron a dejar flores, muñecos de peluche, tarjetas y velas encendidas en memoria de las víctimas.

«Me siento triste, muy triste, pero agradecida a Dios porque estoy aquí con mis dos hijos», dijo Rodríguez.

Según Rodríguez, los hechos sucedieron tan rápido, y el evento fue tan traumático, que ella no recuerda exactamente cómo salió del cine ni puede explicar cómo ella y sus hijos resultaron ilesos.

El sospechoso de planear y ejecutar la masacre, James Holmes, 24, fue arrestado poco después del tiroteo y tendrá su primera audiencia judicial este lunes por la mañana en la corte del Condado Arapahoe.

Por su parte, Jorge Pacheco, originario de Guerrero, México y ahora residente en Aurora, llegó con su esposa, su suegra y sus hijos hasta el altar popular para rezar por las víctimas y sus familias.

«Me siento muy triste. Al ver las flores y las cruces se me ablandó el corazón. Pienso en esas buenas personas que perdieron su vida en un lugar que creíamos que era seguro», dijo Pacheco.

Las cruces que emocionaron a Pacheco y a numerosas otras personas fueron colocadas esta mañana detrás del altar popular por un empleado municipal de Aurora en memoria de cada uno de los fallecidos.

Cada cruz lleva el nombre de una de las víctimas, el mes y el año de su nacimiento, y una frase conmemorativa.

En esa instalación de las cruces, Steve Hogan, alcalde de Aurora, visiblemente conmocionado abrazó al responsable de la instalación para agradecerle por haber completado esa tarea.

«Esta es una buena comunidad», alcanzó a decir Hogan antes que la emoción le impidiese seguir hablando. EFE

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