LAMPEDUSA, Sicilia, Italia (AP) — El papa Francisco arremetió contra lo que llamó la «globalización de la indiferencia» que enfrentan los inmigrantes que arriesgan sus vidas tratando de alcanzar una vida mejor en Europa.
El pontífice llegó el lunes a la isla siciliana de Lampedusa para reunirse con inmigrantes que llegaron a Italia desde Africa y orar por los que murieron en el intento.
Durante una misa en el principal deportivo de Lampedusa, Francisco lamentó que todos «hemos olvidado cómo llorar» por los inmigrantes perdidos en el mar. También denunció a los traficantes que se aprovechan de la pobreza de los inmigrantes para hacerse ricos llevándolos a Italia en embarcaciones atestadas.
Francisco, cuyos propios antepasados emigraron a Argentina desde Italia, viajó hasta los confines de este país para atraer la atención sobre la difícil situación de los migrantes y la necesidad de ofrecerles una vida digna.
Lampedusa, una isla sin árboles de nueve kilómetros (cuatro millas) de largo, está más cerca de Africa que de la península italiana y es el principal puerto de entrada en Europa para los inmigrantes que llegan clandestinamente en barco desde Libia o Túnez.
Al llegar al puerto, Francisco bendijo una corona de flores amarillas y blancas y la arrojó al mar, en memoria de los migrantes que nunca llegaron. Luego desembarcó y saludó a una decena de inmigrantes, uno por uno, deteniéndose a charlar con algunos antes de ir dar la misa en el campo deportivo.
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Foto principal: El papa Francisco habla con inmigrantes durante una visita a la isla de Lampedusa, sur de Italia, el lunes 8 de julio de 2013. Esta es su primera visita pastoral fuera de Roma. (Foto AP/Alessandra Tarantino, pool)
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