Río de Janeiro, 27 jul (EFE).- Aunque las oraciones, catequesis y misas son el pan de cada día de los cientos de miles de jóvenes congregados en Río de Janeiro para ver al papa, algunos de ellos confiesan que también quisieran encontrar en la multitud a su media naranja, que probablemente comparta con ellos muchas creencias.
«Sabemos que a esta edad las hormonas saltan por las orejas», dijo el abogado Massinhan Jackson, uno de los coordinadores de un grupo de 36 jóvenes de la ciudad brasileña de Ponta Grossa que viajó a Río de Janeiro para asistir a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que es el motivo de la visita del papa Francisco.
En la playa de Copacabana, donde han tenido lugar los actos multitudinarios del encuentro, era palpable un cierto clima de coqueteo en las miradas tímidas e incluso presentaciones inesperadas entre grupos de jóvenes de variedad de países.
Algunos miembros de la caravana coordinada por Jackson revelaron la formación de dos parejas del grupo, aunque ninguno de ellos quería contar su propia historia.
«Evitamos, o al menos tratar de evitar que pase eso (la formación de las parejas) porque puede salir muy bien, pero también puede salir mal, y queremos evitar que la participación en la Jornada se convierta en una experiencia traumática», explicó el abogado.
En todo caso, el ambiente en la playa de Copacabana, un templo del hedonismo, no era el más propicio para el recogimiento religioso.
Hoy en la arena se juntaron monjes y religiosas con hombres y mujeres que usaban los pequeños bañadores de moda en Brasil.
Además, mujeres con ropas provocativas o sin sostén participaron hoy en Copacabana en la llamada «Marcha de las Putas», que protestaba por los abusos sexuales contra las mujeres y a favor del derecho al aborto y el estado laico.
En asuntos de relaciones de pareja los participantes en la JMJ son más liberales que la ortodoxia eclesial, según reveló una encuesta del instituto Datafolha divulgada hoy.
El 65 % de los jóvenes consultados defiende el uso de preservativos y el 53% la píldora anticonceptiva, de acuerdo con el estudio.
Pese al recato propio de un encuentro religioso, algunos de los miembros de la «juventud del papa», el grito ubicuo que corean los participantes en la JMJ, se encontraron entre los rezos.
Es el caso de Thiago Godoi, de 16 años, y de Bruna, de 14, que se conocieron en un retiro espiritual cerca de Jundiaí, en el estado de São Paulo, y para quienes el «empujón» en su relación fue el estar juntos en la JMJ, según dijeron.
El estudiante Leonardo Oliveira, 25 años, espera aun encontrarse en las Jornadas con una exnovia de la que perdió el contacto porque se mudó. El encuentro termina el domingo, así que le queda poco tiempo. EFE
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Foto. Miles de peregrinos pasaron toda la noche durante la vigilia hoy, 28 de julio de 2013, en la playa de Copacabana esperando al papa Francisco que clausurará la Jornada Mundial de la Juventud con la celebración de una misa en esta playa. En la foto superior, dos jóvenes durmiendo con una estampa en la mano. EFE/ Fernando Bizerra Jr
