Cuenca.- El artista cuencano Pablo Cardoso ha creado una viñeta sobre el tema del Yasuní, como parte de su compromiso con la conservación de la selva amazónica, el cual comenzó con su visita a Lago Agrio, en el año 2010, donde conoció los lugares donde se derramó la famosa «agua de formación» que es un agua altamente salina, y que mezclada con el petróleo resulta sumamente tóxica, dando origen a su proyecto “Lago Agrio-Sour Lake”.
Consultado por LaRepública respecto de su viñeta, Cardoso señaló que: «La Plaza de la Independencia blindada y la policía agrediendo brutalmente a los manifestantes que se oponen a la explotación del Yasuní; los periodistas obligados a cumplir con estrictas e inconstitucionales condiciones para ingresar al Parque Nacional; los estudiantes bajo amenaza de perder sus cupos si salen a defender esta reserva natural. ¿A qué le teme el gobierno? ¿Por qué medidas tan radicales? Si las operaciones petroleras en el Yasuní serán tan poco dañinas y no comprometerán la supervivencia de los pueblos en aislamiento voluntario, no hay nada que temer, y no hay nada que ocultar».
«El uno por mil» dijo el presidente, «una mínima huella para garantizar que el todo viva» proclama el video que ya se difunde sin tardanza: pinchacito en el brazo del bebé, limpiar la gotita de sangre, ¡y ya está!
«Dieciocho mil millones a cambio de un pinchacito en el Yasuní, parece buen negocio. ¿Cómo es que el Líder no lo dijo antes? Si todo es tan bueno para el país, si la extracción petrolera es tan pulcra, si el Yasuní quedará intacto -o hasta mejor que antes, como ya lo dijo algún profeta de la Revolución-, si no hay habitantes en aislamiento voluntario estorbando por ahí, ¡hasta pudo habernos ahorrado la dispendiosa campaña por el Plan A!»