Lo más probable es que, a mediados de este año, el hemisferio norte del planeta sufra los estragos de un nuevo fenómeno El Niño. Esto, de acuerdo al porcentaje de posibilidades que maneja el Centro de Pronósticos Climáticos, una agencia del Servicio Metereológico Nacional de los Estados Unidos, las que crecieron del 50% en abril al 65% de posibilidad real en mayo.
El fenómeno comenzaría en junio. Los pronósticos climáticos se basan en el calentamiento de las temperaturas de la superficie del mar en el Pacífico, lo que ha elevado la incertidumbre en los países que se verían afectados. En la región andina, por ejemplo, autoridades de países como Colombia y Venezuela han informado ya de planes de contingencia ante la llegada del fenómeno, que en Sudamérica se caracteriza por las lluvias intensas.