El Papa aprueba a los Carismáticos

Roma, 1 jun (EFE).- El papa Francisco pisó hoy el Estadio Olímpico de Roma para participar en la Asamblea anual de la Renovación Carismática Católica (RCC), a cuyo integrantes exhortó a «adorar» a Dios, sin «controlarlo».

«El peligro de la renovación es la excesiva organización. La organización es buena, pero hay que dejar a Dios ser Dios para que dirija, guíe y oriente a cada persona en cada momento. Sois dispensadores de la gracia de Dios y no controladores. El fundamento de la renovación debe ser adorar a Dios», afirmó.

Se trata de la primera vez que un pontífice acudía a una cumbre anual de este movimiento que surgió tras el Concilio Vaticano II y que habitualmente tiene lugar en Rímini, al norte de Italia.

La RCC es un movimiento de la Iglesia católica que nació en un retiro de treinta estudiantes y varios profesores de la universidad de Duquesne, en Pensylvania (Estados Unidos) a principios de 1967 y se extendió con rapidez por ese país y por Latinoamérica.

Juan Pablo II lo definió en su momento como «una manifestación elocuente de la vitalidad siempre joven de la Iglesia, una expresión vigorosa de lo que el Espíritu está diciendo a las iglesias al final del segundo milenio».

Considerada una de las respuestas laicas al Concilio Vaticano II (1962-1965), este movimiento católico tiene como ejemplo a las comunidades cristianas primitivas.

Bergoglio accedió hoy al estadio al ritmo de «Osana en el cielo», coreado por cerca de 52.000 fieles católicos procedentes de 52 países, según los organizadores de la trigésimo séptima asamblea.

Le pidieron que cantara con ellos el tema «Viva Jesús, el señor», una demanda que causó sorpresa en Francisco por tratarse – dijo – de una de sus canciones favoritas.

Banderas de Brasil, Argentina, Uruguay, Ecuador, pero también de la Unión Europea y de los Estados Unidos llenaron de color este espacio deportivo en el que ya estuvo Juan Pablo II en 1984.

Esta vez, Francisco lo hizo para asistir a esta convención que termina mañana y que tiene por lema «¡Convertíos! ¡Creed! ¡Recibid el Espíritu Santo!».

Los asistentes corearon durante gran parte del acto el nombre del papa con tanta energía que le impidieron continuar con su discurso en varias ocasiones.

Mostraron así su alegría por recibir a un papa que admitió el pasado año que no era partidario de esta agrupación.

No obstante, meses después Francisco cambió su opinión y les reconoció su actividad además de decirles que tenían buenos asesores religiosos.

«Las noticias corren, así que os contaré que hace un año no me gustaba este movimiento carismático, pero después me di cuenta de que amáis a la Iglesia», reconoció.

El acto, que duró una hora, estuvo repleto de recomendaciones y consejos por parte de Bergoglio a estos jóvenes que reflexionan sobre cómo renovar la Iglesia.

«Hace un año me comentasteis que siempre llevabais una Biblia con vosotros. ¿Lo hacéis todavía? No estoy tan seguro, os pido que volváis a ese primer amor y que llevéis siempre con vosotros la palabra de Dios», sentenció.

Durante la ceremonia, algunos carismáticos subieron al escenario para trasladar al obispo de Roma su júbilo por conocerle.

«Es una emoción increíble, estamos esperando desde hace 47 años a que el papa se encontrara con la Renovación, una emoción tan grande que nos hemos puesto en camino todo el tiempo que fuera necesario para encontrarnos con él», afirmó a Efe una de las fieles que asistieron al acto, momentos antes de la llegada de Bergoglio. EFE

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