Más de mil marchan en NY por control de armas

NUEVA YORK (AP) — Algunos llevaban fotografías de seres queridos abatidos por las balas. Otros portaban carteles implorando al Congreso que actúe. Casi todos exclamaban: «Ni uno más», un doloroso grito de protesta al que se unen los que creen que Estados Unidos necesita leyes más duras de control de armas.

Más de 1.000 manifestantes desfilaron el sábado por el puente de Brooklyn, pidiendo que se tomen medidas para frenar la reciente oleada de tiroteos masivos en Estados Unidos. Entre ellos había unas 100 personas de Newton, Connecticut, donde se produjo el tiroteo de la Escuela Primaria Sandy Hook en 2012.

«Quiero ver a nuestras leyes protegiendo a nuestros hijos, no a nuestros grupos de presión pro armas», dijo Andrew Morosky, de 48 años, que vive en Newtown y cuyos hijos tenían amigos entre los 20 estudiantes que fallecieron en el ataque junto con seis profesores. «Después de lo que pasó, sentí que tenía que hacer algo. Me quedé demasiado tiempo a un lado».

La manifestación estaba organizada por varios grupos, como Moms Demand Action (Madres Piden Medidas), Everytown For Gun Safety (Cada Pueblo por la Seguridad de Armas) y Mayors Against Illegal Guns (Alcaldes Contra Armas Ilegales), que cuentan con financiación del ex alcalde de Nueva York Michael Bloomberg.

El multimillonario Bloomberg, que no participó en la marcha, se ha vuelto uno de los defensores del control de armas más destacados del país y ha invertido millones de su dinero en la causa.

La manifestación comenzó en el corazón de Brooklyn, donde muchos corearon «Ni uno más», el lema pronunciado por Richard Martínez, cuyo hijo Christopher fue abatido a tiros en Santa Barbara, California, el mes pasado.

«Tenemos que detener la locura», dijo la congresista Carolyn Maloney, demócrata de Nueva York. «Demasiada gente ha muerto y demasiados miembros de los grupos de presión han mentido».

En su lento avance por el puente hacia Manhattan, muchos manifestantes llevaban pancartas que decían «Suficiente es suficiente» y «¿Por qué mueren nuestros hijos mientras el Congreso no hace nada?». Decenas de autos que cruzaban el transitado puente hicieron sonar sus bocinas en gesto de aprobación.

Las peticiones de comentarios a la National Rifle Association, el principal grupo de presión a favor de los derechos de armas, no fueron respondidas de inmediato.

Los esfuerzos por cambiar las leyes federales tras el tiroteo de Sandy Hook fracasaron, aunque unos pocos estados han endurecido sus regulaciones. Algunos estados suavizaron sus normas sobre armas.

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