Nueva York cumple 50 años festejando el Día de la Hispanidad con sabor latino

Nueva York, 12 oct (EFE).- El Desfile de la Hispanidad en Nueva York llegó hoy a su 50 edición con la participación de una veintena de países que, una vez más, escenificaron con música y bailes la buena relación que tiene la comunidad latina con esta ciudad.

«Aquí cada vez son más conscientes de la importancia, no solo demográfica, sino también cultural, de los pueblos latinoamericanos», declaró a Efe el cónsul de España en Nueva York, Juan Ramón Martínez Salazar, que este año ejerció de presidente de honor del desfile.

Martínez Salazar se encargó de abrir la celebración junto a los 20 grandes mariscales, uno por cada país latinoamericano, y también junto al presidente de la Comité del Desfile, Edgardo Alonzo, que se mostró orgulloso por haber alcanzado el medio siglo de esta ya tradicional fiesta en Manhattan.

«Cuando los fundadores hicieron este desfile nunca se imaginaron la magnitud y la historia que íbamos a hacer la comunidad hispana. Ojalá podamos seguir manteniendo esta unión, ya que al vivir lejos tenemos que luchar para que no se pierdan las costumbres ni la identidad de ningún país», deseó Alonzo.

Con el pistoletazo de salida, realizado en una esquina de la Quinta Avenida, esta arteria de Manhattan pronto se llenó de bailes tradicionales, música, color y máscaras, con unos 8.000 participantes que desfilaron ante la atenta mirada de los cientos de miles de asistentes, según la organización.

Pero el de este domingo no era un desfile cualquiera, ya que el emblemático 50 aniversario de este acto centró las atenciones de todas las carrozas, en las que se bailaba desde danza paraguaya hasta un emotivo tango argentino al ritmo de una cantante lírica.

Con una comunidad de más de 2,5 millones de personas, la cultura latina es cada día un pilar más básico en la estructura de la ciudad y, el español, la segunda lengua más importante en Nueva York, que a su vez destaca por la unión entre los diversos grupos de inmigrantes de todas partes del planeta.

Según el diácono argentino Carlos Porcel, quien lucía la cinta de Gran Mariscal de su país, la celebración en la Gran Manzana «representa la unión de los hispanos» que están lejos de sus países, pero que gozan de «poder compartir este día con todos los hermanos».

Igual se siente la reina juvenil de Ecuador en el desfile, Jeana Marimoncayo, que, con solo 16 años y vestida con el traje típico de su país, quiso aprovechar este día para «conocer más a la gente, estar con ellos y pasarlo bien».

En los márgenes de la Quinta Avenida, los miles de asistentes también celebraron la unión de sus culturas y contemplaron la animada cumbia colombiana o la diablada boliviana ante lugares tan emblemáticos como el Rockefeller Plaza, el Central Park o la Catedral de San Patricio.

Una de ellos, la ecuatoriana Georgina Espinosa, de 75 años, 48 de ellos residiendo en Nueva York, explicó que casi nunca se ha perdido ningún desfile.

«Lo que más me gusta es la música, los colombianos y los mexicanos», aseguró mientras saludaba a los presentadores de televisión que desfilaban y que ve «todos los días».

Pero no todos los asistentes eran residentes en la ciudad estadounidense. Algunos de ellos vinieron para esta ocasión, como Manuel García de Molina, que llegó de Málaga (España) para celebrar «un día tan especial como es este en una ciudad tan abierta a todo el mundo».

La nota de modernidad la dieron los espontáneos que bailaron al ritmo del «La La La», la canción que la cantante colombiana Shakira realizó para el pasado Mundial de Fútbol en Brasil, pero también algunos miembros de la Policía Nacional española, que constantemente se hacían «selfies» para inmortalizar el momento.

Paraguayas con las tradicionales torres de botellas en la cabeza, mariachis mexicanos, coloridos trajes bolivianos, bailarinas de la Isla de Pascua o hasta caballos de Costa Rica; todo valía para este día festivo para el que se cortó el tráfico de la Gran Manzana.

No faltaron bailes, disfraces y ritmo latino, aunque los participantes echaron de menos a los representantes políticos de la ciudad en este evento que, en cambio, sí estuvieron presentes en el desfile puertorriqueño que tuvo lugar en el pasado junio. EFE

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