Lloran en Barcelona a víctima del avión de Germanwings caído

Esta fotografía muestra flores sobre el ataúd de Robert Oliver Calvo, pasajero en el jet de Germanwings que cayó en los Alpes franceses, durante un oficio fúnebre en Montcada, España, el sábado 20 de junio de 2015. (AP Foto/Emilio Morenatti)

MONTCADA, España (AP) — Tres meses después de la caída del avión de Germanwings en los Alpes franceses, cientos de dolientes llenaron el sábado una funeraria para despedir los restos de Robert Oliver Calvo, quien realizaba su último viaje regular de negocios al extranjero antes de un ascenso laboral que le habría permitido pasar más tiempo en casa.

Calvo, que tenía dos niños pequeños y era hijo único, fue recordado en un auditorio por la multitud como un hombre de familia profundamente religioso y dedicado a su familia, que efectuaba un viaje de negocios al exterior para la cadena de tiendas de ropa Desigual, que tiene su sede en Barcelona.

La única mención del desastre durante el oficio fúnebre efectuado en Montcada, un suburbio montañés de Barcelona, fue en el programa, en el que se decía que Calvo murió a los 36 años «en la tragedia del avión en los Alpes en el Airbus A320 de Germanwings propiedad de Lufthansa».

«Esto es lo peor que le puede suceder a un padre y una madre: perder a un ser querido», dijo el padre de Oliver Calvo, Robert Tansill Oliver, en entrevista al término del oficio fúnebre, el único a la fecha de una víctima del desastre aéreo en el que se ha permitido la asistencia de la prensa.

Oliver Calvo había trabajado durante años como gerente de bienes raíces para una exitosa compañía que había sorteado la crisis financiera de Europa mediante una abundante inauguración de tiendas. Su trabajo consistía en hacer viajes de tres o cuatro días entre semana a países como Austria, Alemania, Polonia y Suiza para garantizar que las inauguraciones tuvieran lugar sin complicaciones.

El 24 de marzo se dirigía a inaugurar una nueva tienda en Duesseldorf cuando el copiloto del avión, Andreas Lubitz, impidió la entrada del piloto a la cabina y estrelló deliberadamente la nave contra una montaña.

Se suponía que el viaje sería el último de Oliver Calvo antes de su ascenso, el cual le habría permitido continuar en las actividades de bienes raíces de la cadena sin viajar tanto.

Su amigo Luis Anera, que presidió el oficio, dijo en una entrevista que Oliver Calvo ya no quería pasar tanto tiempo en el extranjero, pues había recorrido toda Europa durante años y deseaba estar más tiempo con su familia.

Tansill Oliver y varias personas más leyeron en voz alta en la funeraria algunos versículos de las Biblias que habían traído. Dijo que la familia, que pertenece a los Testigos de Jehová, encuentra consuelo en la convicción de que resucitará.

Los restos de Calvo y otras 31 víctimas españolas llegaron al país esta semana después de que los de Alemania fueran enviados a sus localidades. En total murieron 150 personas, en su mayoría españolas o alemanas.

Al término del servicio fúnebre, Tansill Oliver dijo que la investigación debe revelar por qué el copiloto del jet continuó volando a pesar de haber consultado a decenas de médicos en los cinco años que tenía trabajando para la división de bajo costo de Lufthansa.

«Me es difícil creer que nada hubiera sucedido durante alguno de sus vuelos anteriores sin que nadie hubiera advertido algo», afirmó.

Quien sea que termine siendo el responsable «necesita adoptar las medidas necesarias para que este tipo de tragedia no le vuelva a ocurrir a nadie», afirmó.

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