La TV pública argentina se «deskichneriza» solita durante asunción de Macri

El nuevo presidente argentino, Mauricio Macri, carga a su hija Antonia hoy, jueves 10 de diciembre de 2015, en el balcón de la Casa Rosada en Buenos Aires (Argentina). EFE/Juan Ignacio Roncoroni

La Televisión Pública fue el canal de aire que más horas le dedicó a los actos por la asunción presidencial de Mauricio Macri, según reporta hoy el sitio del diario Clarín. Con la empresa kirchnerista La Corte y un delegado macrista a cargo de la transmisión televisiva, la TV Pública ha hecho lo que Clarín describe como «una emisión sobria y equilibrada, en lo que pareció una deskirchnerización de su pantalla, una tregua entre el kirchnerismo duro y el macrismo, pese a que fue implementada por todos los periodistas y funcionarios que hasta hace pocas horas denostaban a Macri desde esa misma pantalla«.

Según Clarín, Diego Copello, encargado de la parte audiovisual de la campaña electoral de Macri, trabajó junto con la empresa La Corte (de Cristóbal López, encargada de todos los actos de Presidencia de la Nación), para garantizar una transmisión objetiva de los actos de asunción presidencial. Lo más fuerte que los periodistas (que durante toda la campaña atacaron frontalmente a Macri) dijeron ahora fue que la transmisión que era “un acto descontracturado”, cuando Macri se sacó la banda presidencial y se puso a bailar en el balcón de la Casa Rosada, mientras la vicepresidenta Gabriela Michetti cantaba a su lado. Incluso mencionaron los títulos de los “principales portales de noticias en Internet”, en este orden: Télam, Clarín, La Nación, Minutouno y Página 12, entre los medios nacionales, algo impensado que ocurriera antes en la TV Pública, donde Clarín y La Nación eran mencionados generalmente como los “medios hegemónicos”.

Clarín señala que las tendencias podían encontrarse, pese al esfuerzo. La periodista Agustina Díaz, por ejemplo, que el día anterior había dicho que la Plaza de Mayo estaba “increíblemente repleta” para despedir a Cristina Fernández de Kirchner, opinó que en la jura de Macri estaba sólo “repleta”.

La tregua entre el kirchnerismo y el macrismo audiovisual, según Clarín, fue pactada en una serie de reuniones entre el nuevo ministro de los Medios Públicos, Hernán Lombardi, y el ya ex titular de Radio y Televisión Argentina, Tristán Bauer, quienes la noche del miércoles acordaron la renuncia de Bauer a su cargo, junto con la realización de una transmisión televisiva profesional y equilibrada, a cargo de Copello y La Corte, con la colaboración de Martín Bonavetti, director ejecutivo de la TV Pública.

Lombardi también anunció que el programa kircherista «6-7-8» no iba a seguir en la TV Pública, porque «no respeta el pluralismo político». Pero se respetará el contrato que tienen hasta fin de mes. El dueño de 6-7-8 es el empresario kirchnerista Cristóbal López, que también es dueño de la empresa La Corte y la cadena de noticias C5N, así que los nuevos funcionarios esperan que López se lleve durante el verano ese programa a su canal.

Según Clarín, los actos de la asunción presidencial de Macri fueron un ejemplo de que el canal está en condiciones de tener una pantalla equilibrada y plural; y que para lograrlo, el macrismo también puede contar con la colaboración del empresario kirchnerista Cristóbal López.

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