Papa dice que es el momento de terminar con «la arrogancia de los poderosos»

El papa Francisco se santigua durante la celebración de una misa de Año Nuevo en la basílica de San Pedro, en la ciudad del Vaticano, el 1 de enero de 2016. (Foto AP/Gregorio Borgia)

CIUDAD DEL VATICANO (AP) — En su bienvenida al nuevo año, el papa Francisco dijo el viernes que es el momento de terminar con la «arrogancia de los poderosos» que relega a los débiles hacia las orillas de la sociedad y de poner fin a lo que calificó de «falsa neutralidad» hacia los conflictos, el hambre y la persecución, que desencadena un éxodo a veces mortal de los refugiados.

Francisco hizo hincapié en la necesidad de «dejarnos renacer, para superar la indiferencia que bloquea la solidaridad, y dejar atrás la falsa neutralidad que impide compartir». Recomendó la cooperación como la manera de construir un «mundo cada vez más justo y fraterno, un mundo donde cada persona y cada criatura pueda vivir en paz».

Durante su homilía en la Basílica de San Pedro, el papa reflexionó sobre los «innumerables formas de la injusticia y la violencia que a diario hieren a nuestra familia humana».

«A veces nos preguntamos cómo es posible que la injusticia humana persista sin cesar, y que la arrogancia de los poderosos siga degradando a los débiles, relegándolos a los confines más miserables de nuestro mundo».

Continuó diciendo: «Nos preguntamos cómo la vieja maldad humana continúa sembrando violencia y odio en nuestro mundo, cosechando víctimas inocentes».

El papa describió este escenario como «un río de miseria alimentado por el pecado» y «en crecida» pero que «nada puede contra el océano de misericordia que inunda nuestro mundo».

«Todos estamos llamados a sumergirnos en este océano, a dejarnos regenerar para vencer la indiferencia que impide la solidaridad y salir de la falsa neutralidad que obstaculiza el compartir», afirmó.

Francisco aseguró que, en este contexto, «donde no puede llegar la razón de los filósofos ni los acuerdos de la política, llega la fuerza de la fe» que, en su opinión, «siempre es capaz de abrir nuevos caminos a la razón y a los acuerdos».

El pontífice no citó a algún país, continente o conflicto en particular, pero sus palabras evocaron claramente las imágenes de los refugiados y los migrantes, más de un millón de los cuales inundaron Europa durante 2015 desde África, Oriente Medio y Asia, luego de viajes peligrosos por mar o tierra.

El papa dijo haber sido «testigo de las hordas de hombres, mujeres y niños que huyen de la guerra, el hambre y la persecución, dispuestos a arriesgar sus vidas simplemente para hallar respeto a sus derechos fundamentales».

La Iglesia católica dedicó el día de Año Nuevo al tema de la paz y Francisco subrayó la misericordia como el camino hacia la reconciliación.

Para poner de relieve los beneficios que surgen del perdón y la reconciliación en el mundo, Francisco declaró un Año Santo de la Misericordia, que comenzó el mes pasado y terminará en noviembre de 2016.

Al comenzar la noche del viernes, el papa visitó una basílica de Roma, Santa María la Mayor, donde a veces se escapa para rezar y abrir una Puerta Santa —normalmente cerrada— a manera de cruzar como un umbral simbólico hacia la misericordia para los fieles católicos.

Por FRANCES D’EMILIO

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