Reanudan labores donde ocurrió la matanza en San Bernardino

Un collage de fotos de Robert Adams, una de las víctimas en el tiroteo de San Bernardino en el Centro Regional Inland, es colocada junto a pequeñas banderas de Estados Unidos en un homenaje improvisado el martes 8 de diciembre de 2015, in San Bernardino, California. Cientos se reunieron en una vigilia en honor a las víctimas del lunes por la noche en la Universidad Estatal de California, en San Bernardino, sólo a unos metros del centro de servicio social donde tuvo lugar el ataque. (Foto AP/Jae C. Hong)

 

SAN BERNARDINO, California, EE.UU. (AP) — La Navidad jamás llegó a las oficinas del Centro Regional Inland. El oropel aún adorna los cubículos. Un pequeño árbol con regalos permanece intacto. No hay nombres anotados en la hoja para traer comida.

El personal todavía hacía preparativos para las fiestas de fin de año el 2 de diciembre, el día que 14 personas fueron asesinadas en el centro que estaba resplandeciente.

Algunos de los 600 empleados del lugar han ido a las oficinas desde entonces, sólo de pasada para recoger pertenencias personales una semana después del ataque terrorista.

Todos regresan el lunes.

Aunque muchos continuaron sus labores, visitando casas de niños autistas y de adultos con incapacidad mental, no se han reunido en la instalación donde se paralizaron las actividades cuando la policía desalojó a todos del lugar.

En medio de las pesquisas y las acciones de limpieza, el complejo quedó cerrado detrás de una cerca de tela metálica recubierta por una malla verde. Dentro del perímetro, hay una segunda cerca en una esquina.

Esa cerca mantiene sellado el centro de conferencias que el departamento de salud del condado San Bernardino había rentado para un almuerzo de fin de año cuando dos personas perpetraron su ataque a tiros.

Con ayuda de su esposa, un inspector de restaurantes del condado atacó a tiros a sus compañeros de trabajo en el centro, donde la pareja mató a 14 personas e hirió a decenas.

El recinto de conferencias no será reabierto el lunes y se desconoce la fecha en la que lo haga.

De momento, la reunión de todos nuevamente en alguna otra parte de la instalación será un gran avance para el personal del Centro Regional Inland.

Extrañan las caras amistosas y las conversaciones por los pasillos. Ansían renovar el sentido de estabilidad en una institución que fue escenario de un hecho de violencia.

«Es lo que he escuchado de ellos: ‘Queremos estar juntos otra vez. Queremos regresar a trabajar»’, declaró Lavinia Johnson, directora ejecutiva del centro.

El plan para el lunes en la mañana es, después de una bienvenida y algo de comida en los salones, hacer lo que los trabajadores sociales y consejeros hacen mejor: sentarse y conversar.

Más relacionadas