Justicia brasileña condena a 20 años a asesino serial

Tiago Henrique Gomes da Rocha

La Justicia brasileña condenó hoy a veinte años de prisión al asesino en serie Tiago Henrique Gomes da Rocha por el asesinato de la adolescente Ana Karla Lemes da Silva, una de las 39 víctimas que confesó haber matado en la ciudad de Goiania, capital del estado de Goiás.

El juez Jesseir Coelho de Alcántara, del Primer Tribunal Popular de Goiania, consideró probado que el vigilante de 27 años cometió un homicidio doblemente cualificado al haber impedido la defensa de la víctima y tener un motivo fútil, informaron fuentes judiciales.

El crimen por el que fue juzgado hoy De Rocha ocurrió el 15 de diciembre de 2013, cuando la joven Da Silva, de 15 años, recibió un tiro en el tórax mientras caminaba sola por el barrio Jardim Planalto.

El informe policial concluyó que la bala fue disparada por el revólver encontrado en la residencia de De Rocha, preso desde octubre de 2014, y que identificó a la joven como su decimosexta víctima.

En el momento de su detención, el vigilante confesó 39 asesinatos, de los cuales 35 han llegado a los tribunales y solo 30 serán juzgados por un jurado popular.

Durante su defensa, De Rocha aseguró que no recuerda haber asesinado a Lemes Da Silva y que no tenía voluntad de matar, sino que «estaba prácticamente forzado» a perpetrar los asesinatos porque «el sentimiento de rabia que sentía y que lo llevaba a cometer los crímenes se manifestaba con más fuerza después de beber».

El condenado señaló también que ese sentimiento «era una fuerza del mal que lo llevaba», y aseguró que, aunque no perpetró todos los crímenes de los que fue acusado, en realidad no sabe cuántos cometió.

El examen médico practicado a pedido de la Justicia concluyó que el vigilante llevaba a cabo los crímenes por satisfacción personal y que era «enteramente capaz de entender el carácter ilícito de su conducta».

Por eso el magistrado desestimó el pedido de ‘semiimputabilidad’ de la defensa que pedía una reducción de la pena al justificar que De Rocha tenía perturbaciones mentales.

El pasado viernes, el vigilante remitió además una carta a la Justicia en la que pidió perdón a las familias de la víctimas pero en la que culpó a la prensa de haberle creado una imagen de «monstruo».

En la misiva, el asesino también imploró una oportunidad para curarse y «sonreír nuevamente» porque dijo sufrir «bipolaridad, audición de voces, rabia inexplicable y sentimiento incontrolable».

De Rocha fue arrestado en 2014 en el marco de un operativo que investigaba 39 crímenes cometidos en la región metropolitana de Goiania y que seguían el mismo patrón: un hombre en motocicleta vestido de negro y con un casco del mismo color, pasaba por la calle, anunciaba un atraco y disparaba a sus víctimas.

Entre los crímenes de los que se le acusan, se encuentra la muerte de más de una decena de mujeres, mendigos y otros hombres elegidos al azar, varios de ellos homosexuales.

Al poco de su detención, el vigilante intentó suicidarse en el interior de su celda cortándose las venas con el casquillo de una bombilla rota. EFE [I]

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