Ecuador sigue volcado a ayudar a afectados de terremoto que dejó 646 muertos

Refugio en donde se atiende a damnificados del Terremoto en Ecuador. Foto de API.

Quito, (EFE).- Al cumplirse una semana del terremoto que estremeció la costa norte de Ecuador, el país sigue volcado en ayudar a los damnificados y reparar los daños, con la vista puesta en la reconstrucción de las áreas más afectadas.

Según el presidente de Ecuador, Rafael Correa, el número de muertos por el terremoto de magnitud 7,8 ocurrido el pasado sábado se elevó a 646, mientras que aún hay 130 personas desaparecidas.

Añadió que han atendido a 12.492 personas que resultaron heridas en el terremoto, uno de los más fuertes de la historia del país andino, y puntualizó que 113 personas fueron rescatadas con vida y 26.091 están albergadas.

Correa, que ha anunciado que en las próximas horas suscribirá un decreto para declarar ocho días de luto nacional por las consecuencias del terremoto, dijo que el país ha afrontado lo más «triste» y «fuerte» que es el rescate de víctimas y fallecidos, pero apuntó que recién es el inicio pues falta la etapa de reconstrucción y reactivación, entre otros.

Subrayó que la gente afectada tiene angustia y sufrimiento porque se quedó sin trabajo, perdió sus casas y otras pertenencias, e incluso tiene sensación de inseguridad por las réplicas del terremoto que, según comentó, son ya casi 800, unas cuatro de ellas de seis grados de magnitud en la escala de Richter.

Distintos funcionarios desplazados en las zonas afectadas coordinan trabajos para restablecer totalmente los servicios de electricidad, agua potable y comunicaciones, así como el establecimiento de albergues para atender a los damnificados.

En ese sentido, Correa recordó que se deben construir albergues en los que los damnificados puedan permanecer varios meses, de ser necesario, conforme se avance en los trabajos de reconstrucción.

El gobernante explicó que también buscan casas de acogida, como una alternativa para los damnificados y explicó que con ese sistema se paga a una familia en Manta, Portoviejo, Quito, Guayaquil, para que reciba a las personas afectadas, un método que tildó de «más eficientes y más humano».

Asimismo, indicó que buscan bodegas o contenedores donde se puedan guardar las cosas de los damnificados que no quieren abandonar sus casas por temor a perderlas, pese a que están derrumbadas.

Según el portal de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgo, como consecuencia del terremoto, 6.998 inmuebles quedaron destruidos y 2.740 afectados, y precisa que 281 escuelas han sido también afectadas.

Sandra Naranjo, titular de la Secretaría Nacional de Planificación, indicó que se dañaron 71 kilómetros de vías y 7.081 kilómetros de tendido eléctrico, entre otros.

Las autoridades siguen evaluando la zona para determinar el estado de las edificaciones que pueden colapsar o están en peligro, según explicaron ministros a cargo, en el tradicional informe semanal de labores del gobernante, en el que se destacó el trabajo del personal sanitario para atender la emergencia.

En esa reunión, transmitida por varios canales de televisión, emisoras de radio y por portales de internet, el ministro del Interior, José Serrano, a cargo de la coordinación de trabajos en la ciudad de Pedernales, una de las más afectadas, dijo que realizan un censo para determinar cuántas viviendas están habitadas.

«Más o menos 12.000 personas han abandonado Pedernales, algunas de manera temporal, otras de manera permanente», informó Serrano.

Según las autoridades, los damnificados reciben dotaciones de agua y alimentos, mientras en Quito, como en otras ciudades, ciudadanos de a pie también siguen entregando donaciones.

Aunque se había ofrecido para este fin de semana un dato preliminar del costo de la reconstrucción, el gobernante explicó que el que tienen no es aún preciso por lo que reiteró que darán la información en unas seis semanas.

Recordó, no obstante, que cuentan con unos 600 millones de dólares en líneas de contingencia, que provienen del Banco Interamericano de Desarrollo (300 millones), Banco Mundial (150) y del Banco de Desarrollo de América Latina CAF (166 millones de dólares) para gastos emergentes, prevención y reconstrucción, así como para inversiones en vivienda.

«Incluso el Fondo Monetario nos ha ofrecido financiamiento, sin condicionalidad», subrayó Correa. EFE (I)

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