El Papa dice a los jovenes: «No tengáis miedo que Dios da y es bueno».

El Papa Francisco (d) saluda a los fieles desde el papamóvil, mientras conduce al palacio de los Arzobispos de Cracovia hoy, 27 de julio de 2016, en Cracovia (Polonia). El Día Mundial de la Juventud 2016 se celebra en Cracovia y en la población cercana de Brzegi del 26 al 31 julio

Cracovia, (EFE).- El papa Francisco puso como ejemplo a los jóvenes reunidos en Cracovia para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), la fuerza y de fe de un voluntario polaco de 22 años que falleció el pasado 2 de julio por un cáncer.

En el esperado saludo desde el balcón del arzobispado, ante los miles de jóvenes que se habían agolpado durante horas en frente de esta sede, Francisco les dijo: «Tendré que decir una cosa que os pondrá tristes».

Les hablo en italiano, con una persona que traducía en polaco, de Maciej Ciescla, un chico de 22 años, que trabajó durante meses como voluntario para esta JMJ «haciendo los diseños de las banderas y de las imágenes de los santos patrones, que adornan la ciudad».

«Pero se le diagnosticó un cáncer en noviembre y a pesar de que se le amputó la pierna no se pudo hacer nada y murió el 2 de julio y la gente está muy afectada por esto, pues ha hecho un gran bien a todos», relató.

Entonces pidió a lo chicos que se acostumbren «a las cosas buenas y a las cosas malas, pues así es la vida» pero que no duden «de la fe de este joven, de este amigo».

«Gracias a estos jóvenes valientes que nos hacen seguir adelante en la vida. No tengáis miedo que Dios da y es bueno», les dijo.

Francisco después en referencia a la triste noticia les dijo: «Ahora diréis que el papa os ha arruinado la noche» e invitó a los jóvenes a hacer «su deber» y «armar jaleo toda la noche y hacer ver vuestra alegría cristiana».

El papa llegó hoy a Cracovia donde permanecerá hasta el 31 de julio y saludará cada noche desde el balcón de la residencia de los obispos, donde se alojará estos cuatro días en Cracovia.

Foto: cortesía Grace Ulloa
Foto: cortesía Grace Ulloa

El papa Francisco se reunió hoy en privado con los obispos polacos en la catedral de Cracovia y respondió a sus preguntas sobre la secularización y el tema de los refugiados en Europa, según informó el portavoz vaticano, Federico Lombardo.

En una rueda de prensa tras la primera jornada del papa en Cracovia, Lombardi explicó la decisión del pontífice argentino de reunirse en privado con los obispos para tener un diálogo más directo.

Por ello, los obispos hicieron sus preguntas al papa, quien contestó sin tener nada escrito, y los temas fueron sobre la «secularización de Europa, sobre todo occidental» y de los «refugiados», agregó el portavoz.

Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal polaca, Stanisnaw Gadecki, definió el encuentro como «muy caluroso», como «el de un padre con sus hijos» y aseguró que en ningún momento «el papa ha querido regañar a los obispos polacos, al revés se creó un ambiente de gran empatía».

Sobre el proceso de secularización, «o descristianización como lo llamó», según Gadecki, Francisco explicó que el problema es que «Dios viene eliminado de la perspectiva de la vida del hombre, que al mismo tiempo continua en busca de algo», y pidió un estilo pastoral «más cercano».

Les recordó también la necesidad de ocuparse de los ancianos, «y conocer su sabiduría y experiencia» para crear un vínculo con el mundo de los jóvenes, relato el jefe de la Iglesia polaca.

Por su parte, Lombardi señaló que el papa habló de la «idolatría del dinero, de la solidaridad y del compromiso concreto» y sobre los refugiados les indicó que «es un problema que hay que resolver desde la raíz, desde sus países de origen».

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