Debilitado pero potente, Matthew barre la costa atlántica de EEUU

Una mujer que solo se identificó como Valerie camina por una calle inundada tras el paso del huracán Matthew luego de haber salido de un campamento para indigentes el sábado 8 de octubre de 2016, en Savannah, Georgia. (AP Foto/Stephen B. Morton)

CHARLESTON, South Carolina, EE.UU. (AP) — El huracán Matthew perdió algo de fuerza pero el sábado seguía derribando árboles, inundando calles y dejando sin electricidad a cientos de miles de personas a lo largo de la costa atlántica de Estados Unidos, afectando dos de las ciudades con más historia del sur del país y algunas de sus islas turísticas más populares.

Al menos cuatro personas fallecieron a causa del meteoro en Estados Unidos, todas en Florida. En su largo recorrido, Matthew también dejó más de 300 muertos en Haití.

El sábado, Matthew trajo lluvias torrenciales y fuertes vientos a las costas de Georgia y South Carolina. Afortunadamente, el centro del meteoro, llamado vórtice, quedó lo suficientemente lejos en el mar como para que las comunidades costeras no sintieran toda la fuerza de sus vientos.

A las 8 de la mañana, el vórtice de Matthew estaba a unos 30 kilómetros (unas 20 millas) al sureste de Charleston y sus vientos habían caído a 137 kilometros por hora (85 mph), por lo que fue reclasificado como huracán de categoría 1. En comparación, el huracán portaba vientos de hasta 233 kph (145 mph) cuando cruzó Haití.

Matthew se hizo notar en South Carolina en la madrugada del sábado. Las localidades de Hilton Head y Pritchards Island sufrieron el azote de vientos huracanados, según reportes del Centro Nacional de Huracanes. En Beaufort se registró al menos una racha de 98 kilómetros por hora (61 millas/hora).

Más de 150.000 hogares y empresas, la mayoría de las zonas de Beaufort y Charleston, no tenían electricidad a primera hora del sábado.

Matthew, el huracán más potente en más de una década en la costa atlántica, golpeó de refilón la costa de Florida el viernes, sin afectar a sus ciudades más pobladas, y barrió la costa de Georgia y algunas islas del estado como St. Simons and Tybee.

Steve Todd desafió la orden de evacuar Tybee a pesar de recibir la llamada del alcalde que le rogó que abandonara la localidad. A medida que las condiciones empeoraban en la noche del viernes, Todd sonaba menos audaz.

«No me arrepiento de haberme quedado», dijo en conversación telefónica desde el edificio de departamentos de tres pisos donde se quedó con varios amigos, y que no tenía electricidad. «Pero no voy a mentir: hay un poco de tensión nerviosa ahora mismo».

En Florida, la tormenta arrancó varios tramos grandes de la autopista costera A1A al norte de Daytona Beach y destrozó por completo el carril norte durante alrededor de un kilómetro (milla) en Flagler Beach.

Entre las víctimas en Florida había una pareja de ancianos que aparentemente murió por intoxicación de monóxido de carbono al activar un generador en su garaje tras el paso del huracán. Otras dos mujeres perdieron la vida en dos incidentes separados por la caída de sendos árboles sobre una vivienda y una casa rodante.

Unas 500.000 personas tenían orden de evacuar la zona de Jacksonville, en Florida, y otro medio millón más estaba en la misma situación en la costa de Georgia. Más de 300.000 residentes abandonaron sus casas en South Carolina. La última previsión mostró que el huracán podría rozar también la costa de North Carolina. (I)

Por BRUCE SMITH y RUSS BYNUM, Associated Press

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