NACIONES UNIDAS (AP) — Dos resoluciones opuestas sobre Siria, una impulsada por Occidente y otra por Rusia, fracasaron el sábado en el Consejo de Seguridad de la ONU, sin que ninguna garantizara una tregua para la sitiada ciudad de Aleppo al tiempo que se profundizaron las divisiones entre las principales potencias sobre la adopción de medidas para el país devastado por la guerra.
Rusia vetó una resolución elaborada por Francia en la que se exigía un cese inmediato a los bombardeos que llevan a cabo el gobierno sirio y Rusia contra los distritos de Aleppo en poder de los rebeldes.
La propuesta rusa, rival de la francesa, no mencionaba un alto a los bombardeos y fue rechazada porque no obtuvo el mínimo de nueve votos para someterla a la aprobación del consejo, compuesto de 15 miembros.
El embajador de Rusia ante Naciones Unidas, Vitaly Churkin, actual presidente rotatorio del Consejo de Seguridad, dijo antes de las votaciones que los miembros protagonizaron «uno de los espectáculos más extraños» en esa instancia porque se reunieron a sabiendas de que no sería aprobada ninguna de las resoluciones.
«Es inadmisible este desperdicio de tiempo», apuntó.
Las votaciones reflejaron las profundas divisiones en el organismo más poderoso de Naciones Unidas, encargado de garantizar la paz y la seguridad internacional, pero que ha fracasado totalmente en adoptar medidas que pongan fin al conflicto armado en Siria, que se extiende a más de cinco años. La guerra en el país ha dejado más de 300.000 muertos y un millón de desplazados.
La resolución apoyada por Francia recibió 11 votos a favor, dos en contra de Rusia y Venezuela, y las abstenciones de China y Angola. La resolución rusa captó cuatro votos a favor, nueve en contra y dos abstenciones.
Fue la quinta ocasión que Rusia veta una resolución apoyada por Occidente para la conclusión del conflicto en Siria.
Al inicio del discurso del embajador de Siria ante la ONU, Bashar Ja’afari, diversos embajadores se retiraron de la sesión, entre ellos los de Gran Bretaña, Francia, Ucrania y Estados Unidos.
El ministro del Exterior de Francia, que pronunció un discurso ante la sesión previo a la votación de la propuesta francesa, advirtió que los continuos bombardeos contra Aleppo resultaban en la muerte de civiles y la destrucción de hospitales y escuelas, «y eso nada tiene que ver con el combate al terrorismo» como afirman el gobierno del presidente sirio Bashar Assad y su estrecha aliada, Rusia.
«Se trata de la aniquilación de Aleppo», agregó. La continuación de los bombardeos dejará a la ciudad en ruinas, un lugar donde los civiles quedarán a merced de sus «verdugos».