El ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Guillaume Long, se felicitó hoy por que la Fiscalía sueca haya interrogado «por fin» al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, pero lamentó que haya tardado cuatro años en hacerlo.
«Nosotros siempre le dijimos a los suecos: vengan, interroguen en nuestra embajada, es una práctica común, solo hay que firmar un convenio de asistencia mutua en materia penal», dijo Long en una entrevista con Efe hoy en Viena al comentar la situación de Assange, asilado en la embajada de Ecuador en Londres desde 2012.
«Ofrecimos firmar esto en los primeros días, apenas otorgamos el asilo. En estos cuatro años y medio que ha estado Assange en nuestra embajada, la fiscalía sueca lo ha hecho (interrogar a alguien fuera del territorio sueco) en 40 ocasiones solamente en el Reino Unido», aseguró el ministro.
«Sabíamos que se podía, era legal. Se demoraron cuatro años en decir sí, tienen razón, es legal y factible, vamos a firmar», insistió en alusión al interrogatorio al periodista que la Fiscalía sueca concluyó este mes por un presunto delito de violación por el que le reclama la justicia del país escandinavo.
«¡Qué bueno que por fin se haya realizado!¡Qué pena no obstante que se haya demorado cuatro años y medio!», exclamó el jefe de la diplomacia ecuatoriana.
En este contexto, Long se refirió las difíciles condiciones en las que Assange se encuentra.
«Conozco bien la embajada y las condiciones en las que vive el señor Assange. Es un tema de derechos humanos», declaró.
«Vive en un lugar confinado, con poca luz (natural), sin acceso al aire libre, no hay espacios exteriores en nuestra misión diplomática, y con un asedio no solamente de él, sino toda nuestra misión diplomática», relató.
Confirmó que la Fiscalía ecuatoriana está haciendo el trámite pertinente tras el interrogatorio, y que Ecuador insiste en obtener garantías para que Assangepueda ir a Suecia si tuviese que afrontar eventuales cargos.
Aseguró que «es absolutamente factible que existan garantías» del llamado «principio de especialidad», que implica que si va a Suecia sea solo para enfrentar cargos de los que Ecuador tiene conocimiento, que «de momento no los hay».
Se trata de que «no se inventen nuevos cargos en el camino», puntualizó el ministro.
Además, Quito, que desea «resolver este tema» y «ha mostrado la máxima flexibilidad», también exige garantías de que no haya una extradición de su asilado a un tercer país.
«Nunca hemos querido ser un obstáculo a la Justicia sueca, fuimos muy claros. Si hay cargos, puede ir a Suecia, pero que nuestros legítimos temores de que haya persecución política no se confirmen y que nos den garantías de que no habrá extradición», subrayó.
«Es una posición responsable, seria, que se enmarca dentro del derecho internacional, dentro de la Convención de Caracas sobre el Asilo de 1954, es decir, altamente legalista», agregó.
Recordó que su país da asilo a Assange «como manda toda la institucionalidad mundial sobre asilo, en base a legítimas preocupaciones de que pudiera existir una persecución política»
Assange se refugió en 2012 en la legación diplomática de Ecuador en Londres para evitar su extradición a Suecia, ya que teme que las autoridades del país nórdico le reenvíen a EEUU donde podría enfrentarse a un tribunal militar por las filtraciones de WikiLeaks. EFE (I)