Humala va a cárcel de Fujimori; esposa, a prisión de mujeres 

El expresidente de Perú, Ollanta Humala, es escoltado desde el Palacio de Justicia a la cárcel de Diones en Lima, el viernes 14 de julio de 2017. Un juez ordenó la detención de Humala y su esposa mientras son investigados por lavado de dinero y corrupción vinculados al escándalo de la constructora brasileña Odebrecht. (AP Foto/Martín Mejía)

LIMA (AP) — Mientras fue presidente de Perú (2011-2016), Ollanta Humala criticó la cárcel en la que cumple una condena el exmandatario Alberto Fujimori: dijo que era una prisión privilegiada y aseguró que albergaba al “preso más caro del Perú”. Quizá nunca imaginó que podría estar encarcelado ahí.

Humala —arrestado mientras lo investigan por posibles delitos ligados al caso Odebrecht— fue enviado el viernes a este sitio, donde Fujimori está sentenciado a 25 años por asesinato y corrupción.

Su esposa Nadine Heredia, también está presa y fue trasladada a una cárcel común de mujeres al sur de la capital que alberga a cabecillas de Sendero Luminoso, narcotraficantes e integrantes del crimen organizado.

Las televisoras mostraron cómo Humala, de 55 años, llegó en un helicóptero hasta un campo de fútbol cercano a la prisión donde hace una década Fujimori (1990-2000) cumple prisión como reo solitario. Luego subió a una camioneta rodeado de una decena de agentes armados con fusiles e ingresó a la cárcel.

El jefe de las prisiones, Carlos Vásquez, dijo a la prensa que Humala y Heredia, de 41 años, tienen un régimen especial que implica que no podrán ver a otros reos y que su seguridad está garantizada. Añadió que podrán recibir visitas de sus familiares y tendrán salida por algunas horas al patio de la cárcel.

Vásquez comentó que el régimen carcelario que se le aplica a Humala y Heredia, considerada entre 2011 y 2016 como la pareja más poderosa del país, es el de una ley penal para miembros del crimen organizado.

El presidente Pedro Kuczynski dijo horas antes que esperaba un juicio rápido y transparente y añadió que tomaba el desenlace con “tristeza” porque era una “noticia trágica” para los tres hijos de Humala, de 15, 13 y 6 años.

La pareja se presentó el jueves de forma voluntaria ante un juzgado de Lima y luego fueron llevados a los calabozos del Palacio de Justicia donde pasaron la noche antes de ser internados el viernes en sus respectivas prisiones.

El jueves el juez Richard Concepción ordenó recluir de forma preventiva por 18 meses a Humala y Heredia mientras son investigados por un fiscal que sospecha que la pareja cometió el delito de lavado de activos tras recibir dinero de las firmas brasileñas Odebrecht, OAS, así como dinero público de Venezuela durante el gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez para las campañas presidenciales de Humala de 2006 y 2011.

Humala y Heredia aún no han sido acusados formalmente por la fiscalía, que los investiga por más de dos años.

Humala, un militar retirado del ejército de 55 años que gobernó entre 2011 y 2016, es el segundo exmandatario peruano que está preso. Desde 2007, el expresidente Alberto Fujimori, que gobernó el país de 1990 a 2000, cumple una condena.

Humala inició su carrera política en el año 2000. Siendo comandante junto a su hermano Antauro, un mayor del ejército, exigió la renuncia de Fujimori en una rebelión de escaso éxito que duró poco más de un mes y coincidió con la renuncia de Fujimori desde Japón.

Antauro está en prisión cumpliendo una sentencia de 19 años porque en 2005 encabezó otro intento de golpe de Estado contra el entonces presidente Alejandro Toledo en el que murieron seis personas. Antauro, enemistado con Humala, dijo el viernes en una carta que lo ocurrido es «una merecida tragedia».

La corrupción de Odebrecht ha comenzado a golpear a la élite política de Perú. Alejandro Toledo (2001-2006) está prófugo acusado de recibir sobornos y aún no ha sido extraditado de Estados Unidos, mientras Alan García (2006-2011) está investigado por presunta corrupción y cuatro funcionarios de su gobierno están presos.

En diciembre Odebrecht admitió ante una corte judicial de Nueva York que había pagado millonarios sobornos para ganar licitaciones de importantes obras públicas durante los gobiernos de los presidentes Toledo, García y Humala entre 2001 y 2016.

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