Brasilia llega a 100 días sin lluvias y la sequía se agrava

La capital brasileña completó hoy 100 días sin recibir lluvias, en medio de una sequía que se agrava con bajísimas tasas de humedad y racionamientos en el servicio de agua debido al bajo nivel de los embalses que abastecen a la ciudad.

Brasilia, construida desde la primera piedra e inaugurada en marzo de 1960, está situada a 900 metros de altura sobre el nivel del mar, en el altiplano de la región central del país, que cada año sufre con fuertes sequías durante el invierno austral.

Según el Instituto Nacional de Meteorología (Inmet), la peor sequía se registró en 1963, cuando la ciudad llegó a pasar 164 días sin lluvias, por lo que la marca ya registrada este año «no se puede considerar ajena a los índices normales».

Sin embargo, el año pasado el período de sequía duró 85 días, 15 menos que en esta temporada, en la que las tasas de humedad del aire han caído a 9 grados, propios de desiertos como el del Sahara o el de Atacama (Chile), con temperaturas que han alcanzado picos de 35 grados centígrados.

La falta de lluvias este año ha llevado a las autoridades de la ciudad a implantar racionamientos de agua tanto en Brasilia como en treinta ciudades situadas en la periferia de la capital, que son servidas por dos grandes embalses cuyos niveles de reservas se han reducido sin pausa en los últimos meses.

Según datos oficiales, el nivel del embalse de Descubierto, la mayor fuente de agua de la capital, había caído al 25 % del total este martes, mientras que el de Santa María, de menores dimensiones, presentaba tasas similares.

De acuerdo a los pronósticos meteorológicos, la sequía en la zona central de Brasil se prolongará al menos durante 15 días, por lo que las autoridades del Distrito Federal de Brasilia han decidido que el racionamiento continuará al menos otros dos meses, a fin de permitir que los embalses recuperen sus niveles normales.

La falta de lluvias también ha causado numerosos incendios en las vastas zonas forestales del Distrito Federal, en las que, solamente en agosto, fueron registrados 2.500 focos de fuego que han consumido miles de hectáreas en torno a la capital brasileña. EFE

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