Quito, 27 feb (EFE).- Las dos personas que fallecieron el lunes al caer del tren de aterrizaje de un avión, cuando despegaba del aeropuerto de Guayaquil, eran menores de edad, informó hoy el diario oficial «El Telégrafo», con base en fuentes oficiales.
Las primeras investigaciones determinaron que los fallecidos eran de origen ecuatoriano, de 16 y 17 años, y primos entre ellos, oriundos de la localidad de Tambo, de Cañar. Los muchachos se llamaban Marco Vinicio Pichasaca (el mayor) y Luis Chimbo Pichasaca. «El día domingo, me voy para el Cañar, ahí quedaron ambos quedaron en casa», dijo María Ana Pichasaca, madre de uno de los chicos, citada por la cadena Ecuavisa.
Tras la caída, uno de ellos murió en el acto y el otro tenía signos vitales, pero falleció minutos después.
El suceso se registró en la mañana del lunes, cuando un avión procedente de Lima y con destino a Nueva York tuvo que volver a aterrizar en el aeropuerto José Joaquín de Olmedo, de Guayaquil, tras detectarse que tres bultos se habían desprendido del tren de aterrizaje: dos personas y una maleta.
El comandante de Policía, Marcelo Tobar, dijo que las dos víctimas, que no formaban parte del pasaje ni la tripulación del vuelo y se presume eran polizontes, «iban en el tren de aterrizaje de un avión de LAN«, por lo que queda por «determinar si el mismo sistema los expulsó o si se lanzaron arrepentidos de hacer un viaje ilegal», informó la fuente.
De acuerdo a expertos citados por los medios, los dos menores viajaban a una altitud de 300 metros de altura cuando cayeron del aparato, soportando temperaturas por debajo de los -40 grados centígrados, difíciles para un ser humano.
Según las primeras investigaciones de la Policía, los ahora fallecidos habrían sido víctimas de tráfico de personas. La Fiscal del Guayas, Patricio Morejón, ha solicitado la lista de operaciones y de cámaras de seguridad a la compañía Tagsa, operadora del aeropuerto.