OMS considera que proteger la salud de animales también ayuda a humanos

Gente pasa frente a un letrero que dice “STOP EBOLA” (Paren al ébola) que es parte de la campaña para liberar a Sierra Leona del ébola en la ciudad de Freetown, Sierra Leona, el viernes 15 de enero de 2016. . Un cadáver ha dado positivo en ébola en Sierra Leona, indicó un miembro del gobierno el viernes, un día después de que la Organización Mundial de la Salud declarase el fin del brote en África occidental. (Foto AP/Aurelie Marrier d'Unienville).

Conakry (EFE).- La Organización Mundial de la Salud (OMS) aplica en Guinea el concepto de «una sola salud«, que toma en consideración la interdependencia entre la salud humana y la animal, para que no se repita el brote de ébola de 2014, que causó más de 11.000 muertos.

El representante de la OMS en Guinea, Georges Alfred Ki-Zebro, explicó en una entrevista a Efe que para evitar un «choque», en el futuro su organización aplica ese enfoque de «una sola salud» y privilegia además la implicación de las comunidades locales.

El concepto de «una sola salud» surgió de la importancia de la protección de la salud pública mediante políticas de prevención y control de los riesgos epidemiológicos en las poblaciones animales, tomando en consideración que hombres y animales comparten de forma interdependiente un mismo medio ambiente.

Añadió que entre las lecciones aprendidas de este último brote de ébola en Guinea, Sierra Leona y Liberia está la necesidad de una aproximación intersectorial a las epidemias que tome en consideración que la salud humana está influida por factores que no son únicamente médicos o vinculados con el servicio sanitario.

También destacó la importancia de que haya más atención sobre las cuestión de higiene y alcantarillado, el control de las enfermedades animales, la disponibilidad de medicamentos de calidad y su uso racional, principalmente en el caso de los antibióticos.

Además, Alfred Ki-Zebro defendió, como «una de las grandes lecciones» del ultimo brote de ébola, la necesidad de la participación de una red amplia de actores que deben trabajar con las «comunidades de base» para que el esfuerzo de las estructuras sanitarias oficiales dé resultados.

Para evitar contagios epidémicos futuros, el responsable pidió que los servicios de sanidad públicos no solamente estén disponibles sino que también sean utilizados y eso requiere que la población se sienta «socia» del sistema sanitario.

En este contexto, explicó que el Gobierno decidió que cada comunidad elija a sus propios agentes de sanidad, lo que les permitirá implicar fácilmente a su entorno social porque comparten la misma cultura tradicional y hablan la mismo lengua.

Además, la crisis del ébola en Guinea demostró, según él, la importancia de una financiación duradera, de una cobertura sanitaria universal y de una seguridad sanitaria eficaz en un mundo globalizado.

La OMS, que cuenta actualmente con una plantilla local de 73 personas, trabaja en Guinea en coordinación con el Ministerio de Sanidad, la Agencia Nacional de la Seguridad Sanitaria y otros socios locales e internacionales que operan en el país.

Alfred Ki-Zebro destacó que la OMS estableció, tras el último contagio de ébola, un programa de urgencias «fuertemente estructurado» tanto en su sede como en sus delegaciones regionales y en las de cada país para enfrentar cualquier alerta epidemiológica.

Este plan busca garantizar la capacidad de esa organización para actuar de forma rápida contra un eventual contagio en coordinación con las autoridades locales, evaluar los riesgos y poner en marcha los procedimientos estándar para frenar su transmisión.

Por otra parte, explicó que la crisis del ébola permitió por primera vez, desde la aparición de esa enfermedad en 1976, vacunar a personas que corren el riesgo de infectarse con el virus, como los familiares cercanos de los pacientes, y la iniciativa ha demostrado su eficacia.

Asimismo, explicó que la Alianza Mundial por las Vacunas tiene un almacén dedicado al ébola y en el caso de un eventual nuevo contagio en Guinea, la logística existe para que este país y otros de la región puedan utilizar esta vacuna.

Respecto a las perdidas, recordó que globalmente hubo 25.000 casos de personas infectadas por el ébola en 2014 en Guinea, Liberia y Sierra Leona, y más de 11.000 muertos en los tres países, entre ellos 5.000 agentes de sanidad.

Agregó que la epidemia tuvo un impacto socioeconómico importante, pues miles de familias perdieron a su único miembro activo; solamente en 2015 el Banco Mundial calculó que las economías de los tres países perdieron 2.000 millones de dólares. EFE (I)

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