Israel pospone debate para reconocer el genocidio armenio

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, asiste a la reunión semanal de gabinete en su oficina en Jerusalén, el domingo 11 de diciembre de 2016. (Abir Sultan, Pool vía AP)

Jerusalén (EFE).- El Gobierno israelí pospuso hoy el debate sobre dos propuestas de ley destinadas a reconocer el genocidio armenio, que no se tratarán hasta después de la celebración de las elecciones presidenciales y legislativas de Turquía, el próximo 24 de junio.

«El Ministerio de Exteriores recomendó que el primer ministro pospusiera la deliberación», anunció en un comunicado el portavoz ministerial, Emmanuel Nahson, que aseguró que «este debate podría beneficiar» en los comicios al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, accedió a la petición de Exteriores y pidió al Comité Ministerial de Legislación que no se debatieran hoy los proyectos de ley «para no exacerbar el conflicto entre Israel y Turquía», informó la radio pública Kan.

La cuestión coincide con un nuevo conflicto diplomático abierto recientemente, cuando Turquía pidió al embajador de Israel en Ankara regresar a su país como señal de protesta por la actuación israelí en las manifestaciones palestinas de la Gran Marcha del Retorno de Gaza.

Georgette Avakian, del Comité Nacional Armenio en Israel, criticó hoy en la radio del Ejército que el Gobierno pospusiera debatir el reconocimiento del genocidio, y lamentó «que la masacre a la que se sometió al pueblo armenio se ha convertido en una moneda de cambio cínica».

Hace dos semanas, se aprobó una petición del partido pacifista Meretz para que se celebrara un debate que finalmente fue pospuesto la semana pasada por el presidente del Parlamento israelí, Yuli Edelstein, informa el periódico israelí Haaretz.

Oficialmente, Israel no ha querido calificar de «genocidio» la matanza de 1,5 millones de armenios cometida por el Imperio Otomano entre 1915 y 1918, en plena I Guerra Mundial, por considerar que es un asunto que deberían resolver las partes de forma pacífica.

En 2016, sin embargo, el presidente israelí, Reuvén Rivlín, consideró que su país «está obligado moralmente» a reconocer los hechos acontecidos hace más de un siglo, mientras que en agosto del mismo año, el comité de Educación, Cultura y Deportes del Parlamento israelí (Knéset) reconoció el genocidio armenio, aunque fue una declaración que no fue aprobada por el pleno de la cámara.

Turquía reconoce la matanza de armenios, en el marco de la guerra que el Imperio otomano libraba en Anatolia contra las tropas rusas, pero se niega a calificarlo como «genocidio».

Desde la Primera Guerra Mundial, miles de refugiados armenios que huían de las matanzas se vieron forzados al exilio y se instalaron en la región, principalmente en Jerusalén, donde hoy residen cerca de 3.000 personas. EFE (I)

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