Las bebidas gaseosas se volvieron parte de ritos religiosos de indígenas mexicanos

Los indígenas de San Juan Chamula le rezan a los santos entre sorbos de bebida de cola sin importarles los estragos de la diabetes, la tercera causa de muerte en este municipio del estado mexicano de Chiapas.

El uso religioso de bebidas de cola en San Juan Chamula se remonta a los años 30 del siglo XX, cuando los misioneros buscaban alternativas para reducir los altos niveles de alcoholismo entre los indígenas locales, de la etnia tzotzil.

Entonces, la mayoría de indígenas bebían un aguardiente llamado ‘posh’ para rezar y establecer una comunicación espiritual con sus santos, pero los misioneros lo satanizaron e influyeron el uso de bebidas de cola.

El ‘posh’ es una destilado de maíz y caña de azúcar con piloncillo (panela) que se elabora de manera artesanal en las casas de San Juan Chamula y de San Cristóbal de las Casas, en Chiapas.

«En varios de los registros que tengo les decían que tenían que dejar el trago para dárselo al exclusivamente al demonio, que podían sustituirlo con refresco en el altar», señaló a Efe Tomás Peña Priego, del Centro de Investigaciones Multidisciplinarias sobre Chiapas y la Frontera Sur.

De esta manera, una parte de la población dejó el ‘posh’ y se decantó a favor de las bebidas de cola como una bebida celestial y sagrada que actualmente son comunes en los altares de la iglesia de Chamula.

Al paso del tiempo, la decisión comenzó a pasar factura en la salud de los habitantes de esta zona de los Altos de Chiapas, una de las más pobres del país, con altos índices de desnutrición y que ocupa el primer lugar en el país por consumo de refrescos de cola.

Adicionalmente, los indígenas redujeron su consumo de agua ante una marcada escasez y contaminación además de que las prácticas comerciales en la región hacen que sea más barato comprar una bebida de cola que una botella de agua.

«Chiapas es uno de los que estados que manejan los primeros lugares a nivel nacional en cuanto al consumo de refrescos y en la actualidad vemos los problemas en Chiapas están más enfocados en comunidades indígenas», comentó a Efe la nutrióloga Mercedes Bermúdez López.

«El consumo excesivo de refrescos con alto contenido de azúcar nos está llevando esto a enfermedades crónicas», advirtió al señalar que el problema es tan grave que hay personas de 20 años que ya la padecen.

La diabetes ocupa el tercer lugar en las causas de mortalidad en Chiapas después de los tumores malignos y las enfermedades del corazón, confirmó la investigadora Itandehui Castro Quezada, del colegio de la Frontera Sur.

Peña Priego, que se ha dedicado al estudio de la diabetes en la zona de los Altos de Chiapas, asegura si bien las bebidas de cola se ha tocado de manera colateral, más que las muertes por diabetes, el tema son los porcentajes de personas enfermas.

La cantidad de gente que se enferma es de 46,4 por cada 100.000 y la tasa de mortalidad se ha ido incrementado a partir del 2008, apuntó el experto.

Según datos manejados por estos especialistas, en la zona de Chamula, el consumo per cápita de bebidas de cola es el equivalente a unas dos latas diarias de 325 mililitros en promedio, el doble de los estándares mexicanos.

De esta manera podemos encontrar que, por un lado, está región de Chiapas está entre las más pobres del país con alto índices de desnutrición y al mismo tiempo es primer lugar en consumo de bebidas de cola.

De paso, la mayoría de sus barrios y comunidades sufren la falta de agua en una zona donde una productora de refrescos ha instalado una fábrica para la que extrae poco más de un millón de litros de agua cada día. EFE (I)

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