El 72 % de iberoamericanos creen que la desigualdad es culpa de los gobiernos

El 72 % de los ciudadanos iberoamericanos cree que la desigualdad y la pobreza es culpa de los gobiernos y solo el 8 % considera a las empresas como responsables, según una encuesta de la Secretaría General Iberoamericana (Segib) presentada este miércoles en Madrid.

Con una muestra de 3.350 adultos de once países de la región – Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, España, México, Panamá, Perú y Portugal-, el estudio arroja además que la desigualdad preocupa «mucho» al 75 % de los encuestados.

Además, el 20 % de los encuestados opina que la desigualdad es responsabilidad de la propia ciudadanía.

Algo que sigue la línea de otra de las cuestiones principales del estudio, el cambio climático, pues el 50 % de los consultados considera que los generadores del cambio climático son los ciudadanos, un problema que preocupa «mucho» al 68 % y «poco» al 25 %.

«Hay un sentimiento de autocrítica, los mismos ciudadanos creen que ellos tienen que cambiar su conducta», valoró la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, en la presentación de la encuesta.

Además, el sondeo también plantea preguntas sobre el sector privado y las empresas, y refleja que el 91 % cree que si el sector privado no cambia, las próximas generaciones vivirán peor que sus padres.

En este sentido, el 85 % quiere que las empresas que producen un impacto social o ambiental positivo reciban incentivos de los gobiernos.

Solo el 38 % de los consultados cree que sus empresas se preocupan por su bienestar económico y social, mientras que el 49 % considera que «poco» y el 13% «nada».

Esta opinión contrasta con la creencia del 55 % de los encuestados que considera que «el principal objetivo de toda empresa debería ser mejorar la calidad de vida de sus empleados y clientes».

El 20 % cree que debería ser generar empleo, el 15% ayudar a la sociedad y el 9 % ganar dinero.

Por último, el 91 % considera que si las empresas no cambian su modelo de negocio y abogan por crear una economía «más justa y sostenible», los ciudadanos viviremos peor en el futuro. EFE

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