Controles ambientales en Ecuador por temporada de avistamiento de ballenas

Las autoridades ecuatorianas han iniciado los controles ambientales para garantizar que la actual temporada de avistamiento de ballenas en el sur del litoral, se lleve a cabo sin incidentes, según informó este viernes el Ministerio del Ambiente.

En un comunicado, la Cartera de Estado precisa que la Dirección Provincial del Ambiente de la provincia de Puerto López, inició estos controles en el perfil costero del cantón Puerto López, foco de avistamiento de las ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae).

Estos mamíferos marinos recorren 7.000 kilómetros cada año, desde la Antártida hacia las cálidas aguas de Ecuador, para realizar sus rituales de apareamiento y tener a sus ballenatos.

En 2018 un total de 118.000 turistas se acercaron a la costa ecuatoriana para realizar el avistamiento de estos cetáceos.

El director provincial del Ambiente de Manabí, Marcos O’Brien, expresó que los controles tiene por objetivo «garantizar la seguridad de los turistas y la estadía de los cetáceos durante la reproducción», lo que se ha convertido en «un atractivo turístico sustentable que aporta a la economía del país».

El Parque Nacional Machalilla, situado en la parroquia del mismo nombre de la provincia de Manabí, cuenta con más de una treintena de personal especializado entre guardaparques, técnicos biólogos, expertos en fauna marina y rescatistas de ballenas, que estarán a cargo de la revisión técnica de las embarcaciones turísticas que zarpan hacia el área protegida, precisó el comunicado.

Su función es que tanto las embarcaciones como los turistas cumplan con las políticas de conservación vigentes.

El Ministerio del Ambiente de Ecuador tiene previsto realizar en los próximos días capacitaciones para las operadoras sobre las normativas de observación de ballenas y buenas prácticas ambientales.

Las cálidas aguas de las costas de Ecuador se convierten entre junio y septiembre de cada año en un elixir que atrae a cientos de ballenas jorobadas que llegan desde la Antártida.

Buena parte de los avistamientos suelen ser de ballenas madres con sus crías. EFE

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