Morales y aimaras bolivianos reciben el Año Nuevo andino

La Paz, 21 jun (EFE).- El presidente de Bolivia, Evo Morales, encabezó hoy los rituales con que los indígenas aimaras de su país recibieron el Año Nuevo 5.521 de la cultura andina, en las ruinas de la antigua ciudadela de Tiahuanaco, en el altiplano de La Paz.

Centenares de indígenas y campesinos leales a Morales, además de turistas, llegaron de madrugada a Tiahuanaco, situada a 71 kilómetros de La Paz, para esperar la salida del «Tata Inti» (Dios Sol).

Los amautas o sacerdotes aimaras prepararon altares con ofrendas al «Willka Kuti» o «retorno del sol», en lengua aimara, como llaman también a la fiesta que además inicia el cambio del ciclo agrícola para la siembra en el campo.

La entrega de las ofrendas se efectuó en medio de oraciones rezadas en aimara por los amautas, que pidieron «paz, libertad, tranquilidad y armonía» para Bolivia.

Abrigado con un poncho rojo, Morales se unió a la celebración unos 45 minutos antes de que los primeros rayos del sol bañasen el templo de Kalasasaya de Tiahuanaco.

La salida del «Tata Inti», ocurrida a las 07.18 hora local (11.18 GMT), marcó el inicio del Año Nuevo aimara y fue el momento más esperado por los asistentes, que recibieron al sol con las palmas en alto para «llenarse» con su energía.

Los 5.521 años de la cultura andina resultan de la creencia de que la civilización prehispánica tiahuanacota tuvo una antigüedad de 5.000 años exactos, a los que se suman los 521 que se cuentan desde 1492, cuando los españoles llegaron a este continente.

No obstante, arqueólogos y antropólogos rechazan este cálculo con el argumento de que no había culturas desarrolladas en el altiplano andino en ese entonces, pues la antigüedad de Tiahuanaco es del 1200 antes de Cristo, en sus inicios aldeanos.

En 2009, el Gobierno de Evo Morales bautizó la fiesta como «Año Nuevo Andino Amazónico», con el objetivo de expandirla a otras regiones bolivianas, y decretó que cada 21 de junio, en coincidencia con el solsticio de invierno, sea festivo nacional.

Morales dijo hoy a los medios que se siente «muy contento de recibir este nuevo año andino amazónico» y destacó que la fiesta «ha crecido bastante» pues, según le informaron sus colaboradores, se celebró «en más de 200 lugares sagrados en Bolivia».

«Felicidades desde este lugar sagrado, Tiahuanaco, a todo el pueblo boliviano y a todo el mundo, (pues) no solamente la fiesta de este año nuevo andino amazónico es en Bolivia, sino en el mundo», aseguró el gobernante, que agregó que la celebración es una «forma de cómo descolonizarnos religiosamente».

«Entiendo que el pueblo boliviano tiene como dos religiones, algunos son católicos, algunos son evangélicos, pero también son originarios, hacen ritos, es parte de eso, el pueblo movilizado para recibir este año andino amazónico», sostuvo.

Al iniciar el nuevo año andino, Morales se comprometió a «trabajar por la igualdad, trabajar en unidad por la dignidad, trabajar atendiendo a los sectores más abandonados en la historia de Bolivia» y a compartir sus experiencias con otros países.

También hubo rituales similares en las regiones de Cochabamba y Santa Cruz, según mostró el canal estatal. EFE

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Sitio web imagen: lostiempos.com

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