Ola de calor afecta el bolsillo del consumidor en EE.UU

Referencia.

Sara Jerez lo tiene claro. O instala sistemas de aislamiento en su casa o tendrá que seguir pagando fortunas en electricidad durante olas de calor como la que se registra actualmente en Estados Unidos.

«Con estos calores el mejor lugar para estar es la casa. Pero los fines de semana tratamos de pasar un buen tiempo en el mall (centro comercial) para ahorrar aire acondicionado, porque el bill (factura) me ha llegado a 220 dólares mensuales», dijo Jerez, de 51 años y quien trabaja como cajera en un restaurante en el área del Paseo del Río en San Antonio, Texas.

Jerez dijo que ya está haciendo planes para instalar sistemas de aislamiento, que permiten ahorrar energía.

Liliana Cadavid, ama de casa y estudiante de la Universidad de Houston en Texas, de 39 años, pagó en junio una factura por 120 dólares, incluyendo electricidad y gas. Su casa tiene casi el mismo tamaño que la de Jerez, 3.500 pies cuadrados (325 metros cuadrados), pero fue construida ocho años después que la de Jerez y tiene sistemas de aislamiento.

Cadavid, por otro lado, hace pagos fijos promedio, acogiéndose a un programa de la empresa de suministro de energía que le permite repartir el gasto de gas y electricidad a lo largo del año. «Pago lo mismo los meses fríos y los calientes», expresó.

Las formas de ahorrar electricidad son un tema candente en medio de la ola de calor que azota a Estados Unidos, sobre todo a zonas de grandes concentraciones de hispanos como Houston, Tucson, Nueva York y Miami.

Además de reducir la factura de la electricidad, consumidores como Jerez tienen este año la posibilidad de obtener un beneficio en impuestos sobre el costo de las mejoras que le hagan a la casa para reducir el uso de energía.

Por supuesto hay opciones adicionales para reducir la presión que ejerce el calor en el bolsillo. Las empresas de energía, por ejemplo, recomiendan mantener el termostato en la línea de los 78 grados Fahrenheit (25,5 centígrados).

No deje el aire acondicionado encendido todo el día para que al llegar a la casa la encuentre fría. Mejor invierta en un termostato automático que encienda el aire una o dos horas antes de su llegada (se consiguen en almacenes por departamentos con precios que van desde 49,99 dólares).

También tiene la opción de encender el aire cuando regrese de la calle y salir al centro comercial mientras la casa se enfría. Cierre las cortinas para que el sol no pegue tan fuerte, pero asegúrese de que no sean de color oscuro porque estas absorben la luz solar y demoran el enfriamiento de su casa.

Según información del Centro Nacional de Datos Climáticos de la NOAA (National Oceanic and Admospheric Administration) el mercurio en el termómetro muestra niveles cercanos a 110 grados Fahrenheit (37,7 centígrados) en algunas ciudades.

El nivel más alto alcanzado en junio fue de 119 grados Fahrenheit (48,3 centígrados) en Phoenix, Las Vegas y Dallas, Texas.

Y con esas temperaturas, no hay bolsillo que resista.

Según la proyección que hizo en junio la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA, por la sigla en inglés), el costo nacional promedio de la factura de energía eléctrica para los tres meses más intensos del verano (junio, julio y agosto) es de 395 dólares, es decir 131,6 dólares por mes en promedio.

El estado más costoso es Texas. La factura promedio en un hogar es de 503 dólares durante el verano, 167,6 dólares por mes. En California está el promedio mensual más bajo para el verano: 93 dólares, según cifras de la EIA.

Las facturas por el servicio son «inferiores en 2,5% frente al verano pasado y las más bajas en los últimos cuatro años», pronostica la EIA bajo la perspectiva de una » baja demanda de enfriamiento debido a la proyección de temperaturas más suaves este verano».

Por supuesto que la EIA tendrá que ajustar sus cálculos debido a las temperaturas observadas en la realidad por parte de la NOAA. Y apenas estamos en la mitad del verano.

Según la EIA, el precio promedio por cada kilovatio en Estados Unidos fue de 11,92 centavos de dólar durante un mes como abril, cuando el mercurio no superó la línea de los 49,7 grados Fahrenheit (9,8 centígrados) en los lugares más calientes.

Este verano el precio nacional promedio por kilovatio subiría a 12,35 centavos de dólar, esto es 2,15% más caro que el precio observado un año antes, según la EIA. Cinco veranos atrás los hogares estadounidenses pagaron el kilovatio hora a 11,96 centavos de dólar.

En medio de una feroz ola de calor, Robert Llambelis toma agua en su puesto callejero de ventas en Brooklyn, Nueva York, el 18 de julio del 2013. La ola de calor hace que se consuma mucha energía y obliga al consumidor a buscar formas de disminuir el consumo. (AP Photo/Jon Gerberg)
En medio de una feroz ola de calor, Robert Llambelis toma agua en su puesto callejero de ventas en Brooklyn, Nueva York, el 18 de julio del 2013. La ola de calor hace que se consuma mucha energía y obliga al consumidor a buscar formas de disminuir el consumo. (AP Photo/Jon Gerberg)

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