La actitud, clave de alto rendimiento

Quito, 21 may (EFE).- Mucho esfuerzo, buen humor y perseverancia figuran entre los principales ingredientes en la actitud de los tenistas discapacitados de alto rendimiento de Ecuador, que han demostrado que la discapacidad no está en lo físico porque «si se es una persona alegre caminando, se lo es también en silla de ruedas».

Suena simple, pero son largas historias, con alegres, pero también muy duros momentos, sazonadas con esos ingredientes las que acompañan a tenistas de alto rendimiento con discapacidad que se preparan para un torneo en Estados Unidos, en busca de mejores puntuaciones para seguir ascendiendo en la clasificación mundial.

Son nueve tenistas que pertenecen al club «Los Halcones», nombre que eligieron porque esas aves «vuelan alto» y llegan alto, como ellos, que se enorgullecen al comentar que las medallas las han ganado en buena lid y «no como premios de consuelo».

De respuesta rápida y sonrisa fácil, Carlos Valdivieso, presidente del club, recuerda que hace 28 años fue atropellado precisamente cuando salía de jugar tenis y cree que para afrontar una situación como la suya lo que influye, básicamente, es el carácter de la persona.

«Si eres una persona alegre caminando eres una persona alegre en silla de ruedas, si eres pendejo», lo eres en silla de ruedas o caminando, aseguró a periodistas durante la presentación del equipo de tenistas auspiciados por Repsol, que participarán en junio en el torneo internacional «Jana Hunsaker Memorial».

Mientras la petrolera española paga las inscripciones, los deportistas, que practican dos horas diarias, solventan todo el viaje.

Para los tenistas con discapacidad, la velocidad, altura y la posibilidad de que la pelota de dos botes en lugar de uno en la cancha, son las únicas diferencias con el tenis tradicional.

Tras señalar que en otros países los tenistas con discapacidad reciben un sueldo por practicar deporte, Diego Jaramillo, que también se prepara para participar en la competición de EE.UU., recuerda sus inicios, cuando pedían «limosna» para poder jugar.

Para él, la falta de apoyo económico explica que el nivel ecuatoriano no sea aún estelar y, aunque reconoce que el actual gobierno ha dado mayor soporte a las personas con discapacidad, cree que aún no es suficiente.

Pese a ello, Carolina Lasso, raqueta número uno de Ecuador, cree que el país ha dado «pasos gigantescos» en cuanto al tenis de alto rendimiento con discapacidad en comparación con otros países, tomando en cuenta, además, que el club se formó hace seis años.

De los 1,6 millones de personas con discapacidad en Ecuador, según Valdivieso, «muchísimo» menos del 1 % son deportistas de alto rendimiento, algo que cree que puede cambiar si la juventud adopta un mayor nivel de compromiso.

«Por mala suerte, los chicos ya quieren que todo esté hecho; a nosotros nos ha tocado hacer todo un camino», dijo al asegurar que «el deporte al final del día, nos iguala».

Apuntó que con los jóvenes no sólo se enfocan en el deporte, sino que los dirigen para «aceptar la realidad de la vida como es y, dentro de su realidad, que sean competitivos».

Los deportistas de alto rendimiento con discapacidad consideran indispensable la existencia de políticas de Estado permanentes para el sector a fin de no volver a épocas de simples ofrecimientos.

«Somos ecuatorianos, tenemos que representar a Ecuador con dignidad», aseguró Valdivieso, quien se lamenta de ofertas incumplidas de entes estatales para apoyar en torneos internacionales, por ejemplo con sillas de ruedas especiales, que pueden bordear los 4.000 dólares.

«Sin deporte me deprimo, me muero. La actitud es la que hace diferente al discapacitado, esto nos ha dado el deporte, esto no es magia», dice Jaramillo en referencia a la forma de vida que llevan, con esperanza, con ganas de luchar, sin complejos, mirando a los ojos.

«Hemos pasado momentos muy duros, pero la unión nos mantiene fuertes», subrayó. EFE

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