Marcas internacionales barren en la Semana de la Moda de Sao Paulo

En esta imagen tomada el 6 de noviembre de 2014, la diseñadora italiana Donatella Versace saluda al público tras el desfile de Versace para Riachuelo en la semana de la moda otoño-invierno de Sao Paulo, en Brasil. (Foto AP/Nelson Antoine)

SAO PAULO (AP) — Antes incluso de que las modelos con tacones de vértigo y estilismos poco elegantes terminasen de desfilar, los asistentes estaban ya fuera de sus asientos y propinándose codazos frenéticamente en su camino hasta una tienda pop-up abierta en un extremo de la pasarela.

Solo minutos después de la conclusión del extravagante desfile de la colección cápsula de Versace para la cadena de tiendas de moda Riachuelo, las cajas registradoras trabajaban a pleno rendimiento.

A pesar de su renqueante economía, Brasil sigue siendo un valioso objetivo de mercado para las marcas internacionales de moda, como se pudo comprobar durante la edición otoño-invierno 2015 de la Semana de la Moda de Sao Paulo que terminó el viernes.

La colección de Versace para Riachuelo, que incluye faldas lápiz y sexis trajes de noche con los icónicos estampados náutico y de leopardo de la casa italiana a precios que oscilan entre 20 y 200 dólares, no fue la única colaboración de alto nivel. Stella McCartney presentó también su segunda colección cápsula con C&A, formada por blusas de corte cuadrado y pantalones de telas fluidas que encarnan el look romántico y andrógino que se ha convertido en el sello de la empresa londinense.

En una rueda de prensa en Sao Paulo, McCartney dijo a periodistas que fue en parte la entusiasta respuesta del público brasileño, apasionado de la moda, a su primera colaboración con C&A lo que le llevó a embarcarse en otro proyecto de venta exclusiva en Brasil con la cadena alemana.

«Las mujeres brasileñas son modernas y sexis, pero también están al día (como consumidoras)», dijo McCartney. «Diría que están a la vanguardia de la moda».

Piezas de su colección, dominada por tonos neutros como el rosa nacarado, el lamé y el encaje, se venderá con precios de 20 a 200 dólares en una selección de tiendas C&A a partir del 18 de noviembre.

En esta era de la gratificación instantánea, donde las marcas están desesperadas por sacar provecho de la emoción generada por los fastuosos desfiles, la tienda temporal de Versace en la pasarela podría convertirse en una nueva tendencia.

Después de que la diseñadora Donatella Versace apareció sobre la pasarela el jueves por la noche, flanqueada por dos hombres cubiertos de tatuajes y con trajes de marinero dignos de los Village People, se encendió un letrero de neón gigante en el que podía leerse «open (abierto, en inglés)», y el emocionado público se lanzó al instante en una carrera hacia las perchas con las minifaldas y los vaqueros ceñidos que vestían las modelos minutos antes. Pronto se formaron filas en la media docena de cajas registradoras habilitadas para la ocasión.

Aun así, a pesar de los intentos de las firmas extranjeras para entrar en el mercado brasileño, el sector de la confección en el país sigue estando dominado por marcas locales.

Varias docenas de las marcas brasileñas más conocidas presentaron sus colecciones para el invierno del 2015 en la semana de la moda de Sao Paulo, un espectáculo de cinco días que se ha convertido en el principal evento de la moda en América Latina.

Brasil solía albergar dos eventos rivales en Sao Paulo y en el vecino Río de Janeiro, pero a partir de temporada desaparecen los desfiles de otoño-invierno cariocas. Algunas firmas asentadas en Río se han mudado a Sao Paulo, mientras que otras seguirán desfilando allí, aunque solo con sus propuestas de primavera-verano.

Entre los principales eventos de esta semana en Sao Paulo estuvo la colección de gabardinas con toques informales de la marca Osklen, con sede en Río, una de las pocas firmas brasileñas con tiendas en el extranjero.

Otra veterana que tiene su cuartel general en Río, Patricia Vieira, presentó prendas fáciles y casuales realizadas en el material más característico de su casa, el cuero, además de algunos vestidos de cóctel con corte láser tan finos que parecían estar hechos de encaje.

GIG Couture presentó suéteres sofisticados y faldas de punto con estampados enfrentados. Los impresionantes estampados Art Decó de Rorschach en amarillo huevo cubiertos por un mosaico de estrellas islámicas, se apilaban para ofrecer un efecto elegantemente caótico.

La presencia de la exportación más conocida del país, la supermodelo Gisele Bundchen, que desfiló para Colcci el martes, asombró al público pero quizás las modelos más electrizantes de la pasarela esta semana no fueron, en sentido estricto, humanas.

La multitud dejó escapar un suspiro colectivo cuando un adorable perro abrió el miércoles el desfile de Reinaldo Fraga como parte de una iniciativa de una organización de protección de los animales para promover la adopción de mascotas. Y el propio Darth Vader desató la histeria colectiva cuando apareció en la pasarela de Triton para crear ambiente antes de mostrar la colección temática de Star Wars de la marca, escoltado por dos «stormtroopers» fuertemente armados.

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