La música negra se impone en la jornada más multitudinaria del Cruïlla

BARCELONA, 10/07/2015.- El rapero y cantautor estadounidense Kendrick Lamar, durante su actuación esta noche en el Festival Cruilla Barcelona 2015, que se celebra en el Parc del Fórum de la capital catalana. EFE / Marta Pérez.

Barcelona (España), (EFE).- La voz crítica y profunda de Lauryn Hill, la renovación del estilo clásico de Aloe Blacc, el pop-soul bailable de Emeli Sandé y el reggae actualizado del hijo de Bob Marley, Jr. Gong, han teñido de ritmos negros la jornada más multitudinaria de la historia del festival Cruïlla Barcelona.

Pero quien ha levantado mayor expectación ha sido sin duda Lauryn Hill, que ha reunido alrededor de su escenario a la práctica totalidad de los 22.000 espectadores que hoy han acudido al Parc del Fòrum.

Expectación que se ha convertido en impaciencia cuando, en lugar de aparecer la ex-cantante de The Fugges ha subido al escenario un DJ encargado de hacer tiempo.

Con cuarenta minutos de retraso Lauryn Hill ha hecho acto de presencia, se ha sentado en una silla y ha empezado a tocar «Conformed to love», con las tres coristas, la sección de vientos al completo y la mayor parte de los músicos también sentados.

Tensa, la gran dama del soul y el rap ha dado órdenes a sus músicos con cara de pocos amigos, mientras tocaba temas no incluidos en ninguno de sus dos únicos discos de estudio.

Las cosas no pintaban bien, pero han dado un giro cuando la diva y sus músicos se han puesto en pie y el concierto ha empezado a coger carrerilla hasta lograr volar.

Lauryn Hill, que reinó en los noventa, primero con The Fugees y después en solitario con «The Miseducation», ha pasado épocas muy oscuras durante el siglo XXI y ya no es lo que era, pero sigue siendo una gran intérprete.

El público le ha perdona el retraso y se lo ha perdonado todo cuando ella ha empezado a estar cómoda y ha soltado toda su rabia y su poderío en los temas que la catapultaron a la fama en los noventa.

El clímax ha llegado con la canción de The Fugees «Ready or not» y las versiones de «Jamming» y «Is this love» de Bob Marley.

Mucho de lo que pasa actualmente en el hip hop, en el r’n’b o en la posición de la mujer en la industria discográfica se lo debemos a Lauryn Hill.

Así lo cree Emili Sandé, que se declara admiradora de Lauryn Hill y hoy ha actuado en el mismo escenario que ella tres horas antes.

Sandé ha avasallado con su poderosa voz y su pop-soul bailable y ha ofrecido la primera muestra de música negra de una jornada en la que los ritmos afroamericanos han reinado.

Tras ella ha llegado el turno a Aloe Blacc, el hombre que ha perfumado con esencias modernas el funk y el soul de la vieja escuela.

Este soul-man del siglo XXI ha contagiado su elegancia y su ritmo a los presentes, en un concierto en el que ha rendido homenaje a sus ídolos y ha mencionado a Otis Reeding, Steve Wonder y Elton John entre sus referentes.

Tras Lauryn Hill, la música afroamericana ha seguido dando de que hablar con Damian «Jr. Gong» Marley, uno de los hijos de Bob Marley, que ha traído a Barcelona su reggae de nuevo cuño.

Pero no toda la noche ha sido negra, el broche de oro lo han puesto los escoceses de Franz Ferdinand, que han llegado acompañados de los veteranos estadounidenses Sparks, con los que se han unido en un proyecto titulado FFS.

Esta unión ya ha dado frutos y las dos bandas están de gira conjunta con un nuevo disco en el que fusiona el indie-rock de los escoceses con la multiplicidad de estilos explorados por los hermanos Ron y Russell Mael de Sparks.

La multiplicidad de estilos es la marca de la casa de festival Cruïlla, que mañana finaliza con una jornada de clausura menos intensa que la de hoy en numero de bandas, que contará con Asaf Avidan, Anna Roig i L’Ombre de Ton Chien, La Folie, Sense Sal y Línea Maginot.EFE

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