Máquinas expendedoras dan a conocer el chocolate de Ecuador en Madrid

Las máquinas expendedoras de bebidas y alimentos de las estaciones de metro de Madrid de Avenida de América y Príncipe Pío ofrecen a los clientes diferentes variedades de chocolate de Ecuador. EFE/Luca Piergiovanni

Cuatro máquinas expendedoras con una amplia selección de chocolates ecuatorianos dan a conocer desde este martes a este gran «desconocido» al público español en dos de las principales estaciones de metro de Madrid, gracias a un acuerdo entre la Embajada de Ecuador en España y la Fundación COPADE.

Ecuador es el principal productor mundial de la variedad de «cacao de fino aroma» del mundo, un categoría «de alta calidad, que hace que sea muy demandado» pero «lamentablemente» también muy «desconocido», aseguró hoy el embajador de Ecuador en España, Miguel Calahorrano, durante la presentación de esta iniciativa.

«Hemos vendido mucho de nuestro cacao a Bélgica y Países Bajos, que lo venden sin señalar cual es su verdadera fuente», puntualiza Calahorrano.

Por este motivo y durante los próximos tres meses, cuatro máquinas expendedoras ubicadas en las estaciones de metro de Avenida de América y Príncipe Pío, podrán a disposición de los viajeros una amplia variedad de chocolates de Ecuador, en un proyecto que se prolongará durante tres meses, y cuyo objetivo es que se implante en otras ciudades europeas.

«La maquina expendedora responde a un consumo de impulso y el chocolate también lo es», por eso se ha escogido esta modalidad para acercarlo al público español, explicó el director de la Fundación COPADE, Javier Fernández Candela, la ONG española que ejecuta este proyecto.

Durante la jornada de hoy, ambas estaciones contarán con «stands» promocionales del proyecto que ofrecerán degustaciones gratuitas de las distintas variedades de chocolates seleccionados, entre los que se encuentran chocolates con distintas proporciones de cacao y variedades mezcladas con café o semillas de ubilla.

Todas las variedades de chocolate seleccionadas tienen la etiqueta de «producto bio» y procede de «comercio justo», lo que implica que quienes los producen son campesinos de explotaciones medianas, sus trabajadores desarrollan su trabajo en condiciones dignas y reciben una retribución adecuada. EFE (I)

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