Francia se dispone a lanzar «una nueva mirada» sobre América Latina

Captura de Pantalla de la rueda de prensa del Presidente francés Francois Hollande.

Francia se dispone en los próximos meses a lanzar «una nueva mirada» sobre América Latina para propiciar un acercamiento, que será concretada por el presidente francés, François Hollande, en un discurso, previsiblemente en octubre.

En una entrevista con Efe en el Palacio del Elíseo (sede de la Presidencia francesa), el enviado personal de Hollande para América Latina, Jean-Pierre Bel, explicó que ese cambio de orientación surge de la constatación de que la Unión Europea (UE), y Francia en particular, «miraba esa región de lejos y no había relaciones bilaterales suficientemente profundas».

«No vamos a compararnos con España o Portugal, que tienen la historia y los orígenes que todo el mundo sabe, pero Francia ha inspirado mucho en la región, principalmente con las ideas de la Revolución Francesa y de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano», subrayó.

Esa herencia se puede apreciar a simple vista mirando la bandera de muchos países (roja, blanca y azul, como la francesa) o los himnos nacionales inspirados por la Marsellesa, consideró.

Según Bel, expresidente del Senado y nombrado para su misión hace ahora un año, «tenemos la impresión de que Francia se ha alejado mucho» de América Latina tras el histórico viaje de tres semanas de Charles de Gaulle a la región en 1964.

«No vale con decir que amamos una región o un país, sino que hay que dar pruebas de ese amor», dijo.

Por eso, tras consultar con intelectuales y empresarios, Hollande prevé ofrecer a finales de este año «un discurso estructurado y fundador en la relación entre Francia y América Latina» para mostrar el compromiso «con una región de paz, que conoce algunas dificultades económicas hoy, pero donde la democracia progresa».

Antes, el inquilino del Elíseo desplegará una intensa actividad diplomática en el comienzo de año: recibe el 1 de febrero al presidente cubano, Raúl Castro, y viaja a finales del mismo mes a Argentina, Uruguay y Perú.

Bel destacó que, tras el acuerdo de los países acreedores (reunidos en el Club de París) con Cuba para condonar parte de la deuda, es el momento de entrar en «una nueva era» en las relaciones con la isla, antes de que Estados Unidos acapare toda la atención de sus vecinos cubanos.

«Hay que hacer comprender que Cuba tiene una importancia que va mucho más allá de su demografía y su geografía. Es un poco la clave de bóveda, la puerta de entrada en América Latina», recalcó.

Respecto al nuevo presidente argentino, Mauricio Macri, confió en que este «permita al país hacer frente a las dificultades financieras abriéndose más a los intercambios, quizás en una economía menos protegida, y permitiendo que nuestros países vengan a acompañar el desarrollo».

Aunque evitó valorar el cambio de signo político en el Gobierno argentino, reconoció que la expresidenta Cristina Fernández «tenía unas prioridades algo diferentes» en sus relaciones exteriores.

Respecto a Venezuela, París se mantiene «muy atento» a la evolución de los acontecimientos, «dentro del respeto a cada país y la voluntad de no injerir en los asuntos venezolanos».

Descartó que haya en este momento alguna «alerta particular» sobre la situación de las empresas francesas presentes en Venezuela, especialmente la petrolera Total, si bien indicó que «hay ciertas dificultades que resolver, para otras compañías francesas también».

«Estamos satisfechos de que el proceso electoral se desarrollase en condiciones satisfactorias», declaró, antes de subrayar que ahora no hay que «elegir un bando», sino «ayudar a Venezuela a pasar este periodo difícil».

El emisario presidencial recordó el «gran esfuerzo» que le espera a Colombia para poder volver a la normalidad «sin que las víctimas (del conflicto) se sientan abandonadas» y para que «pueda haber un reconocimiento de los crímenes cometidos».

A ese respecto, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, reconoció en su visita hace un año a París que la Gendarmería francesa es un modelo «muy importante» para la seguridad rural en el proceso de consolidación del posconflicto colombiano.

«Tenemos una cooperación en ese campo -reconoció Bel-, pero en el respeto al país. Estamos muy atentos a las demandas de Santos, los vínculos entre ambos países se han hecho muy fuertes. Estamos ahí para ayudar y escuchar las necesidades».

Francia también participa en la formación de la Gendarmería mexicana ya que «la seguridad es uno de los principales problemas de México», país con el que, a su juicio, «las relaciones nunca habían sido tan buenas».

«Hoy no hay ninguna sombra en el panorama y podemos profundizar las relaciones en el plano comercial (…) Deseamos ir más lejos. Hay el proyecto de una Casa de México en París que espero que vea la luz pronto porque será la concreción de esta relación», dijo. EFE (I)

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