China advierte a sus funcionarias del «peligroso amor» con extranjeros

Las funcionarias chinas deben estar alerta ante los extranjeros que intenten conquistarlas, pues en realidad pueden ser espías en busca de información gubernamental, advierte una campaña del Gobierno chino titulada «Amor peligroso».

A través de viñetas de cómic, el Ejecutivo cuenta la historia de una joven, Xiao Li (o «pequeña» Li), que trabaja para un organismo público, y David, un académico extranjero que en realidad resulta ser un espía, que le corteja con flores y halagos y acaba convenciéndole para que le dé documentos oficiales.

Xiao y David son los protagonistas de un cartel publicado hoy en redes sociales que forma parte de los pósteres diseñados por el Gobierno para celebrar el primer Día de la Educación en Seguridad Nacional del país, el 15 de este mes, y que diversos departamentos oficiales incluyeron en sus tablones de anuncios.

El relato comienza con una escena entre Xiao y una amiga, que le comenta que un conocido, extranjero, celebra una cena y considera que es una buena oportunidad para que ella practique inglés.

Tras ese encuentro, David, el guapo académico, trata de conquistar el corazón de la joven Xiao con flores, cenas y paseos por el parque hasta que comienzan una relación.

En una de sus agradables citas, David le pide que comparta con él algunos de los documentos con los que trabaja en su empresa para utilizarlos en sus investigaciones sobre China y, aunque la pequeña Li desconfía, acaba entregándoselos.

Lo que comenzó con una cena entre amigos, acaba con una imagen de Xiao en la comisaría frente a dos agentes de policía, con David ya arrestado.

«Eres una funcionaria y tu capacidad para guardar secretos es preocupante. Eres sospechosa de haber violado las leyes del país», le espetan los agentes a la joven, que rompe en llanto y exclama: «No sabía que era un espía, he sido utilizada».

El presidente chino, Xi Jinping, ha reforzado el aparato de seguridad del Gobierno desde su llegada al poder, contra las amenazas extranjeras pero también locales.

Entre sus iniciativas, se encuentra la controvertida ley de seguridad nacional que se aprobó el año pasado, y que abarca aspectos tan dispares como las finanzas, la política, el ejército, la ciberseguridad o la religión.

La legislación ha generado preocupación entre organizaciones de derechos humanos, que temen que pueda reducir aún más las libertades ya que cualquier aspecto de la vida social o económica puede ser considerado asunto de seguridad nacional.

En un simposio hoy, el presidente Xi se refirió a una de las áreas incluidas en esta ley, el ciberespacio, y pidió crear un «ciberespacio limpio con dinámicas sanas», ya que -destacó- un ciberespacio «sucio y dañino no está en los intereses de nadie», recoge la agencia oficial Xinhua.

China tiene que trabajar para asegurar «contenido de alta calidad, con voces positivas que creen una cultura positiva y sana», manifestó Xi, un presidente que, según coinciden defensores de los derechos humanos, está dirigiendo la peor ola de represión desde los años noventa. EFE (I)

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