Marruecos destaca su estabilidad al preparar cumbre del clima

Marruecos 2016 cumbre del clima, foto newsweek.blob.core.windows.net

Rabat, (EFE).- A poco más de dos días de que comience la cumbre sobre el cambio climático (COP22) en Marraquech, el Gobierno de Marruecos adopta importantes medidas de seguridad para poner de relieve la estabilidad del país, que le ha convertido en una excepción en un mundo árabe convulso por distintos conflictos.

La COP22, que tendrá lugar entre el 7 y el 18 de noviembre, es la primera cumbre que se celebra tras la entrada en vigor hoy del Acuerdo de París y servirá para poner en práctica los compromisos de este pacto internacional que tiene como objetivo principal limitar el aumento de la temperatura global a menos de dos grados centígrados.

Entre las personalidades que asistirán a esta cita figuran el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon; los artistas estadounidenses Leonardo di Caprio y Robert Redford, así como Arnold Schwarzenegger, exactor y antiguo gobernador de California, junto a decenas de jefes de Estado y Gobierno cuya presencia aún no es oficial.

El presidente de la COP22, Salahedin Mezuar, dijo que Marruecos quiere hacer de esta cumbre una cita «para la acción», con la propuesta de iniciativas concretas a favor del clima.

De hecho, se han preparado varias iniciativas para ser presentadas durante las negociaciones que estarán relacionadas con los mecanismos de financiación de proyectos sostenibles.

Marruecos quiere que la cumbre preste especial atención a los países más vulnerables a los cambios climáticos, y concretamente al continente africano, donde seis de cada diez Estados se encuentran en esa situación.

Mezuar subrayó que su país presentará propuestas de proyectos de energías renovables en África y el desarrollo de urbes sostenibles, así como para proteger los bosques y para impulsar una agricultura verde en el continente.

Marruecos espera recibir al menos 20.000 participantes de cerca de 200 países en esta cumbre climática.

Para asegurar este evento, más de 5.000 policías de diferentes cuerpos y al menos 800 agentes de seguridad se encargarán de proteger la estructura preparada junto a la puerta tradicional de Bab Ighli, que acogerá las actividades de la reunión, los monumentos históricos y otros lugares y establecimientos importantes de la ciudad.

La Policía marroquí ha puesto en marcha una unidad especial de atención al ciudadano y a los participantes, dotada de equipos motorizados de intervención rápida, a lo que se suma la colocación de al menos 83 cámaras de seguridad en diferentes puntos de Marraquech.

Uno de los objetivos de Marruecos es exhibir la eficacia de su «modelo preventivo» de seguridad que lo mantuvo a salvo de las amenazas terroristas que sufren la mayoría de los países árabes.

De hecho, este país magrebí no sufre atentados terroristas desde 2011, cuando se produjo el ataque contra el café Argana de la ciudad de Marraquech, que acabó con la vida de 17 personas.

Ese mismo año Marruecos vivió, como el resto del mundo árabe, su primavera de protestas y manifestaciones, pero desde entonces la situación política se ha estabilizado y las autoridades presentan con orgullo esta suerte de «excepción marroquí».

El único incidente que podría perturbar esta imagen es la muerte el pasado viernes de un vendedor de pescado aplastado por un camión de basura en Alhucemas (norte marroquí), que ha sacado a la calle a miles de personas en todo el país en cantidades que no se veían desde ese 2011. EFE

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