NUEVA YORK (AP) — Santa Claus, globos gigantescos de personajes de series animadas y carrozas fantásticas estuvieron protegidos por camiones de basura llenos de arena y perros detectores de bombas a medida que el desfile de la cadena Macy’s por el Día de Acción de Gracias se desplazaba por las calles de Manhattan bajo fuertes medidas de seguridad.
El espectáculo anual se llevó a cabo el jueves sin un solo contratiempo, con miles de espectadores y más de 3.000 policías alineados en las calles en medio de un aire de incertidumbre por la posibilidad de un atentado extremista.
«Hay tantos agentes de policía desplegados que una no puede más que sentirse segura», dijo Sarah Bender, que trajo a sus dos hijos pequeños a ver el desfile. «Es un día para divertirse, mirar los globos y festejar con la familia. No puedes pasarte la vida preocupándote por lo que pudiera ocurrir».
Aunque las autoridades habían dicho que no había confirmación de ninguna amenaza creíble, incrementaron las medidas de seguridad tras el ataque con un camión de carga en julio contra una multitud que festejaba en Niza, Francia, y un mensaje reciente en una revista en inglés del grupo extremista Estado Islámico que se refería al desfile de Acción de Gracias como un «blanco excelente».
Los espectadores vitorearon y les gritaron «¡Gracias!» a los agentes a lo largo de la ruta el jueves, dándole una atención especial a la banda musical del Departamento de Policía de Nueva York.
En ciertos lugares los espectadores se agolpaban en grupos de hasta 10 personas de espesor para ver el desfile y sus característicos globos gigantes, incluidos los de Ronald McDonald, Bob Esponja, Charlie Brown y otros personajes. Bandas musicales de todo el país les alegraban el día a los asistentes, al igual que cantantes famosos como Tony Bennett y Sarah McLachlan.
Annie Quinn viajó más de tres horas desde Albany para ver el desfile con su prima y dos hermanas —las tres vestidas con disfraces de pavo_, y lograron apartar asientos de primera fila.
«Estuvimos sentadas allí durante horas, pero valió la pena», afirmó. «Este fue el mejor desfile que he visto en un buen rato».
Sin embargo, en medio de la diversión y los festejos, la seguridad se mantuvo intensa.
Agentes con fusiles de asalto y detectores portátiles de radiación se desplazaban entre las multitudes, y más de 80 camiones de basura llenos de arena estaban estacionados en los cruces de avenidas y en otros sitios, fungiendo como barreras contra cualquier tipo de ataque.
La policía ya había utilizado camiones de basura como barricadas anteriormente. Pero el departamento policial había indicado que esos vehículos desempeñarían un papel más importante en el desfile de este año tras el ataque en Niza, en el que murieron más de 80 personas. (I)
