Entre protestas, regresan corridas de toros a Bogotá

Activistas defensores de los animales se enfrentan a la policía afuera de la plaza de toros Santamaría antes de una corrida, el domingo 22 de enero de 2017, en Bogotá, Colombia. (AP Foto/Fernando Vergara)

BOGOTÁ, Colombia (AP) — Cientos de manifestantes se enfrentaron a la policía antidisturbios y acosaron a los espectadores que se dirigían a la plaza de toros en la capital colombiana para presenciar la primera corrida en cuatro años.

La policía tuvo que lanzar gases lacrimógenos para controlar a los manifestantes, muchos de los cuales gritaban «asesinos» y «torturadores» a los aficionados y les escupían mientras la policía con equipo antimotines trataba de crear un corredor a través de la multitud.

Varias personas fueron arrestadas bajo un tenso ambiente que a veces parecía reflejar las profundas divisiones sociales entre los ricos y bien vestidos espectadores que esperaban una tarde llena de alcohol y diversión, y una multitud de jóvenes manifestantes enojados que gritaron obscenidades a todo el que pasaba ante ellos.

«Si ves todos (los) que subieron son viejos conservadores«, dijo David Saitru, un manifestante de 17 años vestido de negro a manera de luto por lo que considera un inhumano asesinato de toros. «Mi generación es distinta. No estamos preparados (para) ver un animal sufrir».

El alcalde previo de Bogotá, de izquierda, prohibió las corridas de toros en 2012, pero la corte constitucional de Colombia revocó posteriormente la prohibición y determinó que la llamada «fiesta brava» era parte de la herencia cultural del país y no podía ser eliminada.

El actual alcalde Enrique Peñalosa, que a semejanza que los activistas considera que la muerte lenta y agonizante de los toros frente a un público es un retroceso bárbaro, no tuvo más remedio que hacer cumplir la decisión del máximo tribunal.

Esta semana, Peñaloza dijo que apoya una legislación que es promovida en el Congreso para evitar que los recursos estatales financien las corridas de toros y se pretende que la eventual legislación deje que cada distrito decida si estás pueden llevarse a cabo.

Los ocho países donde se desarrolla la tauromaquia imponen cada vez más restricciones al espectáculo, en algunos casos estipulando que los toros se libren de una muerte violenta. En Ecuador, decenas de ciudades, incluida la capital Quito, votaron a favor de prohibir las corridas de toros en un referéndum a nivel nacional en 2011. Algunos estados en México también han prohibido la fiesta taurina.

En España, donde se inició la tradición, la Corte Constitucional revocó en octubre de 2016 una prohibición de la tauromaquia aprobada por el parlamento regional de Cataluña. Algunos promotores están trabajando para celebrar la primera corrida de toros en Barcelona, probablemente en marzo.

La plaza de toros de Bogotá, que data de la década de 1930, recibió una limpieza total antes de su reapertura del domingo. Los organizadores de la corrida de toros dijeron que aproximadamente una tercera parte de cada peso que ingrese de utilidad será para el gobierno de la ciudad.

«Tuvimos una lucha por la libertad y por el derecho al trabajo, pilares fundamentales de la democracia», dijo en una entrevista publica por el diario El Tiempo Felipe Negret, representante de la Corporación Taurina de Bogotá.

Cada año, aproximadamente 250.000 toros mueren en corridas de toros en todo el mundo, según la organización protectora de animales Humane Society International, con sede en Estados Unidos.

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