Academias europeas de ciencias piden cambiar la dieta y la política agrícola

Imagen captada el domingo 17 de abril de 2011 a las 08:45. Grupo de indígenas campesinos labran la tierra para la coseccha de zanahorias, en la parroquia Rumiñahui del cantón Latacunga en la provincia de Cotopaxi, sierra central de Ecuador.

El Consejo Asesor de las Academias Europeas de las Ciencias (EASAC) recomendó hoy cambiar la dieta del continente y sus políticas agrícolas, y abogó por disminuir el consumo de proteínas animales, tanto por motivos de salud como para proteger el medio ambiente ante el cambio climático.

En un documento en el que han trabajado científicos de toda Europa, las academias piden una «acción urgente» en favor de la seguridad alimentaria y la protección medioambiental e insta a la clase política a aprovechar las oportunidades que brindan la ciencia y la investigación.

Subrayan así, por ejemplo, la necesidad de modificar los patrones de consumo de alimentos y llaman a acabar con los «incentivos perversos a los precios para consumir dietas altas en calorías».

Además de mejorar los sistemas de seguridad alimentaria, Europa necesita reducir los desperdicios alimentarios a nivel local y regional con nuevos enfoques en el procesamiento de alimentos, añaden.

Conscientes de que la ganadería y la agricultura tienen un importante impacto en la salud humana y en el medio ambiente, las Academias piden una renovación de la política agrícola común (PAC) para priorizar la innovación frente a los tradicionales subsidios a los agricultores.

Piden así apoyo a la investigación agraria para impulsar la competitividad y una bioeconomía sostenible, en un continente dependiente de las importaciones de alimentos y piensos para satisfacer sus necesidades.

Esa dependencia hace a Europa vulnerable a las fluctuaciones de los mercados y además tiene un impacto en muchos países en desarrollo, más afectados por el cambio climático y la degradación medioambiental, advierten los científicos, que abogan por el estudio de los factores que influyen en la volatilidad de los mercados y el comercio justo.

Las Academias subrayan también el papel que puede tener el sector ganadero en la mitigación de los gases de efecto invernadero (GEI), con modelos de producción más sostenibles, y reitera la importancia de modificar la demanda de esos productos.

En este contexto proponen tres alternativas a las proteínas animales tradicionales: los alimentos de los océanos -con una explotación sostenible de los recursos-, la carne cultivada en laboratorio y los insectos.

«Se necesita investigar cómo aumentar la aceptación de los consumidores de alimentos y dietas innovadores», destacan en su documento, en el que se considera que Europa no debe bloquearse ante las oportunidades que ofrecen la edición genómica o la agricultura de precisión, que permite mejorar la productividad con menor impacto ambiental.

A su juicio, los avances en investigación genética van a ser «cruciales» para el futuro de la alimentación y la agricultura en Europa, por lo que las instituciones políticas deben capitalizar esos logros científicos para la salud animal, la productividad y los cultivos.

Las Academias abogan finalmente por aprovechar las oportunidades que ofrece la investigación interdisciplinar y coordinar los principales instrumentos políticos comunitarios, como la PAC, la directiva marco del agua o la directiva sobre los hábitats.

«Los esfuerzos para incrementar la eficiencia de los sistemas alimentarios no deben centrarse en incrementar la productividad agrícola ignorando los costes medioambientales», concluye el EASAC, del que forman parte las academias nacionales de las ciencias de los países de la UE y de Noruega y Suiza. EFE

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