¿Por qué tabaco y alcohol son un riesgo para un trasplante capilar?

El alcohol y el tabaquismo no son buenos aliados a la hora de realizarse ninguna cirugía. Pero respecto a las personas que van a realizarse un implante capilar son un potencial peligro para provocar un sangrado excesivo durante la intervención. Puede haber una infección después del injerto capilar y fundamentalmente, incidir sobre la supervivencia folicular.

Especialistas del Centro de Trasplante Capilar Scatter, ubicado en Quito, señalan algunas recomendaciones para tener en cuenta al momento de realizarse un trasplante de cabello.

Alcohol

La ingesta excesiva de alcohol reduce niveles de vitamina A y produce deshidratación, lo cual no es bueno ni para la piel, ni el cabello. La cesación del consumo de alcohol días o semanas antes del injerto capilar puede reducir el riesgo de sangrado. Se ha demostrado que un solo episodio de consumo de etanol aumenta el riesgo de hemorragia dentro de una a dos horas.

Tabaco

El tabaquismo siempre afecta la salud de quienes lo practican: los efectos nocivos han sido demostrados y son conocidos. Entre los principales efectos, ocasiona mala circulación, lo que puede dificultar el proceso de curación de heridas en el paciente que se haya realizado un trasplante de cabello. Al tardar más en curarse, el peligro que exista una infección aumenta.

Si la piel tarda en cicatrizar o cerrar heridas, como consecuencia de ser fumador, es posible que las costras permanezcan en la superficie del cuero cabelludo por más tiempo y formen un tejido más grueso.

Los especialistas señalan que el fumar aumenta el riesgo de muerte de la piel, esto es, un proceso de necrosis. Está demostrado que los pacientes que fuman y se practican una cirugía capilar presentan mayor riesgo de necrosis después de este tipo de procedimientos para tratar la alopecia.

Otra de las desventajas es que, en algunos casos, los pacientes fumadores de muchos años experimentan problemas en el sistema circulatorio, lo que termina afectando la supervivencia de sus trasplantes capilares.

Con frecuencia los pacientes que han fumado en un menor grado no suelen verse tan afectados luego de practicarse un trasplante de cabello. El riesgo se encuentra en mayor medida en las personas que fuman regularmente.

 

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