Piden visión estratégica para explotar turismo patrimonial de Latinoamérica

La riqueza patrimonial y cultural de Latinoamérica es un imán que atrae cada año a millones de turistas, pero la falta de una visión estratégica que involucre tanto al Estado como a la empresa privada amenaza con mermar los bríos de un sector que además requiere de un manejo equilibrado para su preservación.

Así lo explicaron a Efe funcionarios de Perú y Colombia que participan en el V Congreso Regional de Hostelería y Turismo que se celebra en la capital panameña y reúne, además, a especialistas en turismo de España, Costa Rica, Chile, México y Panamá.

El gerente de la Organización de Gestión de Destinos de Cusco (Perú), José Santoyo, aseguró que Latinoamérica tiene los elementos necesarios para ser un líder en la captación de turistas internacionales, pero que teme que no se dé por la poca coordinación entre los sectores público y privado.

«En América Latina la adaptación de la industria turística llega más tarde para el ente público, las políticas de turismo siempre van atrás, y eso ocasiona un problema de planificación, coordinación, de visión estratégica y de capacidad de dialogo», indicó Santoyo.

El también presidente del directorio de la empresa Municipal de Festejos del Cusco resaltó que el sector turístico patrimonial y cultural no escapa a esta realidad, pese su gran atractivo e impacto en la economía.

Cusco, capital del Imperio Inca, fue visitada en el 2018 por 4,3 de los 4,4 millones de turistas que llegaron a Perú. Este país suramericano generó ingresos por turismo de 4.895 millones de dólares en ese año.

Santoyo afirmó que pese a que el turismo ejerce un peso importante en las economías, este debe ser desarrollado de manera equilibrada para evitar una sobrecarga a los sitios patrimoniales y con valor histórico.

Puso como ejemplo una regulación en la ciudadela arqueológica de Machu Picchu, el principal destino turístico de Perú, ubicado en lo alto de unas montañas de la región andina de Cusco, a la que solo se permite el ingreso de 5.900 personas al día.

El funcionario se refirió además a que hay otras ciudades que apalancan propuestas para consolidar su turismo patrimonial, como Quito (Ecuador) y Bogotá (Colombia), mientras que países como Costa Rica y Panamá hacen mayor énfasis a su turismo de naturaleza, playas y compras.

«Creo nos falta mucho por promocionar y diversificar más nuestra oferta, los flujos de viaje han aumentando y es tiempo de innovar y reinvertar», aseveró Santoyo.

Argumentó que ante «los conflictos en Oriente Medio, los principales emisores de turismo como Estados Unidos y Europa miran» a Latinoamérica, a pesar de que factores como «la mejora de la economía y el poder adquisitivo» en la región «ha hecho que el turismo se encarezca» comparado con otros destinos.

América Latina recibió en el 2018 más de 100 millones de turistas internacionales, siendo México, República Dominicana, Argentina y Perú los países más visitados, según datos de la Organización Mundial del Turismo.

El director de Patrimonio del Ministerio de Cultura de Colombia, Alberto Escovar, coincidió en que actualmente existe una dificultad en la comunicación y coordinación entre el eje turístico y la cultura.

«Los encargados de cultura hablan con los suyos y los de turismo también (con los suyos), se debe hacer un llamado de atención para que se empiecen a establecer puentes de comunicación», pidió.

Escovar precisó que otra barrera común en Latinoamérica son las bases legales que rigen un lugar histórico/patrimonial y que riñen con su potencia de explotación turística.

«Las formas particulares de hacer las cosas en un determinado lugar se han quedado al margen, por consiguiente hay que aprender y entender que las normas tienen que ser flexibles y reconocer las particularidades», dijo el funcionario colombiano. EFE

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