River Plate se reconstruye con la venta de Lamela a la Roma

La reconstrucción de River está en marcha. El primer paso para llevar oxígeno a la tesorería lo dio Erik Lamela: el juvenil firmó ayer su contrato con Roma (Italia), club que pagará 12 millones de euros en cuotas y otros dos millones en función de los objetivos deportivos alcanzados por el joven argentino. Lamela cobrará alrededor de 1,5 millones de euros por temporada.

«Lamela es jugador de la Roma. Sólo hay que depositar ahora el contrato en la Federación», confirmó Daniel Passarella en la capital italiana. El presidente millonario había viajado en compañía del cuestionado secretario general del club, Daniel Bravo, para sellar la transferencia, iniciada por el asesor letrado, Daniel Crespo.

Luego de la transferencia de Javier Saviola a Barcelona, por 36 millones de euros, en mayo de 2001, la venta de Lamela es la segunda más importante en la historia de River. Ocurre en un momento en que los indicadores económicos muestran una crudeza inusitada: el último balance cerró con déficit récord ($ 79,8 millones) y un pasivo de $ 216,8 millones. Por eso, las transferencias de sus mejores jugadores servirán para paliar la escasez de billetes y, a la vez, serán el combustible necesario para potenciar al equipo que tendrá la difícil misión de ascender a primera desde la B Nacional.

La salida de Lamela a Roma generó más cortocircuitos en la comisión directiva de River. Durante toda la semana, la oposición a Passarella volvió a reclamar más protagonismo y hasta se había instalado la versión de que el jugador había sido vendido a un grupo empresario. «Necesito que vengas conmigo a Italia. Se están diciendo muchas cosas sobre la transferencia de Lamela», les dijo Passarella a tres integrantes del bloque opositor, por separado. Fue el jueves, apenas cinco horas antes de que el avión partiera de Ezeiza con destino a Roma para cerrar la transferencia del futbolista. Ni Matías Patanian, ni Andrés Ballotta, ni Jorge Sonzogni aceptaron la invitación. Y se irritaron cuando desde la página oficial del club se hizo público su rechazo al viaje, en la misma noche del jueves.

Vendido Lamela, el rearme riverplatense sumó ayer su tercera pieza: el defensor central Agustín Alayes, quien se estaba entrenando con su club de toda la vida (Estudiantes de La Plata) luego de su paso por Colo Colo (Chile) durante el primer semestre del año. Al zaguero se le realizó la revisión médica y sólo falta que firme su contrato para que quede a disposición de Matías Almeyda.

Los otros dos refuerzos son más conocidos para el hincha millonario: Alejandro Domínguez y el hijo pródigo , Fernando Cavenaghi. Cuando mañana, a primera hora, en el Monumental, el plantel arranque con los estudios médicos de rutina, Almeyda tendrá varios motivos para sonreír. Además, no se descarta la continuidad del paraguayo Adalberto Román y, aunque su destino parece estar en el exterior, se enfrió el regreso de Jonathan Maidana a Ucrania. Tampoco está definida la suerte de Mariano Pavone, al que pretenden otros equipos del fútbol argentino, pero también podría quedarse en River para jugar en la segunda categoría. Mañana, a las 9.30, Almeyda se pondrá al frente del plantel y sabrá con qué jugadores cuenta para empezar la reconstrucción de River desde dentro de la cancha.

Más relacionadas