El colectivo Yasunidos presentó el pasado 30 de mayo pidió a la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) que suspenda los trabajos de exploración petrolera que se ejecutan en el bloque 31, debido al avistamiento de pueblos en aislamiento voluntario en esa zona.
El pedido de la organización se fundamenta en los derechos garantizados en la Constitución y que determinan que la Función Ejecutiva, en caso de avistamientos, suspenderá las actividades hasta que existan políticas, protocolos y códigos de conducta que precautelen la vida y a la autodeterminación de los pueblos.
Para la vocera Natalia Bonilla, las vidas de los tagaeri y taromenane peligran si continúan estas labores petroleras.