
La tarde de este miércoles 25 de octubre del 2017, el Tribunal Penal del Complejo Judicial de Quitumbe, en el sur de Quito, negó el pedido de acción de protección de grupos de Gais, lesbianas, bisexuales, transgénero e intersexo (Glbti) que presentaron contra líderes religiosos en torno a la marcha realizada el 14 de octubre bajo el lema «con mis hijos no te metas«.
El tribunal que trató el caso consideró que las pruebas presentadas fueron insuficientes para demostrar que hubo una vulneración de los derechos constitucionales garantizados. «No se puede comprobar la autoría de los mensajes difundidos en Facebook que fueron presentados por parte de los defensores de los colectivos«, señaló.
Los abogados del colectivo Glbti recordaron que durante la convocatoria a la marcha , autoridades de la Iglesia, con la influencia de su discurso, habló de una familia “original”, con padre, madre e hijos. Y de “identidad sexual natural”, hombre o mujer.
Exigieron el cese de esos mensajes que les parece provocan un ambiente de intolerancia para poblaciones históricamente vulnerables.
Cayetana Salao, accionante en el proceso, dijo que “con este fallo se envía el mensaje que la comunidad Glbti no está protegida”. Reiteró que marchas como la denominada #ConMisHijosNoTeMetas sí contienen un discurso de odio, sin embargo, acotó, “las autoridades del Ecuador no han puesto un freno”. Insistió que tras la resolución de los jueces se envía el mensaje “que cualquier cosa que nos suceda (Colectivo Glbti) no importa”.
Durante la audiencia, la defensa de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana y del Colectivo Vida y Familia recalcaron que los Glbti no pudieron demostrar el daño que se les había causado. Ese fue el argumento del tribunal.
Tras la resolución, Iván Carrasco, defensor del Colectivo Vida y Familia, expresó que el fallo de los jueces es “una victoria para los niños y niñas del país”. Agregó que la justicia comprobó que “no existió ningún tipo de discriminación” y que más adelante revisaran si tomaran o no acciones legales en contra de sus demandantes. “Nosotros por nuestra filosofía de vida buscamos el perdón de la Iglesia”, acotó.
Los defensores de la Conferencia Episcopal dijeron que no se podía violar su derecho a la libertad de expresión, solicitando una especie de censura previa a sus mensajes.
Una de las representantes de las poblaciones Glbti adelantó a diario El Comercio que han decidido apelar la sentencia.
- Fuente: El Comercio
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